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Jueves, 9 de julio de 2009

Pertenecer a la monarquía británica conlleva, en algunos casos, portar la etiqueta de aburrido. Quizás por ello, los más jóvenes de la familia, Enrique y Guillermo, han solicitado a las autoridades competentes que su próximo retrato oficial sea algo más divertido, ya que los anteriores carecen de gracia, según relata el diario Sunday Express.

Ambos príncipes deben ser inmortalizados en un cuadro que ha sido encargado por la Galería Nacional del Retrato de Londres. Ante la idea de tener que aparecer con el rictus propio de su abuela, los jóvenes han pedido que se les dibuje riéndose, algo que va en contra del protocolo impuesto en los retratos reales.

“Los príncipes sólo están de acuerdo para el retrato si es divertido y no aburrido. Después de muchas discusiones, la galería ha propuesto que la pintura podría mostrar a los príncipes riéndose juntos, con uno inclinado hacia el otro como si se estuvieran contando un chiste”, ha dicho una fuente allegada a la Familia Real británica. La única duda es si ambos portarán sus uniformes del ejército.

Esta pintura será la primera realizada a ambos hermanos desde que posaran para el artista John Wonnacott para el cuadro del cumpleaños de la Reina Madre en 2000. De momento, desde la galería ni confirman ni desmienten nada hasta que se hayan solucionado todos los flecos. Lo único que está claro es el precio: los seis millones de librasen concepto de beca que cobrará el pintor seleccionado, que será pagado por el Gobierno.

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