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Dicen que el tiempo siempre acaba haciendo prevalecer a la verdad. En el caso de Demi Moore, la suya tiene que ver con la antológica portada que en 1991 realizó para la revista <em>Vanity Fair</em>. En la instantánea, tomada por Annie Leibovitz, la actriz aparecía completamente desnuda y sujetando su barriga de embarazada entre sus brazos. La imagen se convirtió en un icono y marcó la pauta a otras famosas, que desde entonces no han dudado en posar sin ropa y encintas. Moore ha revelado ahora a la revista <em>W</em> que aquellas instantáneas eran en un principio para el disfrute privado. “Entonces llamó Annie por teléfono, bromeamos y yo dije que sería fantástico si pusieran esa fotografía en la portada”. Por eso no se esperaba la reacción que tuvo a posteriori. Ella, en cualquier caso, se siente satisfecha de haber posado.

Efe / Warren Toda

La foto que nunca debió existir

Dicen que el tiempo siempre acaba haciendo prevalecer a la verdad. En el caso de Demi Moore, la suya tiene que ver con la antológica portada que en 1991 realizó para la revista Vanity Fair. En la instantánea, tomada por Annie Leibovitz, la actriz aparecía completamente desnuda y sujetando su barriga de embarazada entre sus brazos. La imagen se convirtió en un icono y marcó la pauta a otras famosas, que desde entonces no han dudado en posar sin ropa y encintas. Moore ha revelado ahora a la revista W que aquellas instantáneas eran en un principio para el disfrute privado. “Entonces llamó Annie por teléfono, bromeamos y yo dije que sería fantástico si pusieran esa fotografía en la portada”. Por eso no se esperaba la reacción que tuvo a posteriori. Ella, en cualquier caso, se siente satisfecha de haber posado.

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vanitatis.com Lunes, 20 de julio de 2009

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Lunes, 20 de julio de 2009