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Domingo, 12 de julio de 2009

Paris Hilton encuentra una nueva ocupación. Tras ejercer como actriz, modelo, diseñadora, heredera juerguista, novia comprometida y cantante de segunda, ha cambiado de trabajo. Ahora ejerce de consejera política. Su primera víctima ha sido la republicana Sarah Palin y su look algo arcaico. En una entrevista concedida en la revista Harper’s Bazaar, la joven le ha mandado un mensaje a la política: si quieres ganar votos, ponte en biquini.

Los consejos de Paris tienen su lógica. La heredera considera que Palin dispone de una escultural figura. No en vano, fue reina de la belleza en sus años mozos cuando, pese a sus convicciones políticas, desfilaba en bañador. Por ello, dice que la republicana “no se debería guardar sus curvas para ella misma” y para su marido, se supone. “¿Por qué lleva un traje cuando puede ir en bañador?”, se pregunta la joven. Y es que Hilton no mantiene una buena relación con la candidatura republicana. De hecho, bautizó a McCain como “ese señor arrugado y viejo”. A este líder se le ocurrió comparar el liderazgo de Obama con el de otras celebridades como ella.

Aunque ningún partido la quiere para ayudar, Hilton tiene su conciencia política. Hace unos días ha rodado un vídeo en el que se parodia a sí misma. Como si fuera una falsa candidata a la Casa Blanca, realiza preguntas al actual presidente que, no es otro, que el actor Martin Sheen disfrazado. Todo es posible si se trata de dar la nota.

Desde que abandonó las fiestas nocturnas, ya no genera tantos escándalos. Así, necesita crear sus propias noticias para aparecer en los medios. De hecho, ahora acaba de comenzar el rodaje de su último reality en el que pretende buscar un nuevo mejor amigo/a. Las condiciones están claras: ser tan lista, tan guapa y comprar tan bien como ella. Es decir, necesita un clon en toda regla.

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