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Domingo, 12 de julio de 2009

La polémica vuelve salpicar a Cataluña. Y es que el diseñador catalán Antonio Miró, un antiguo incondicional de la desaparecida Pasarela Gaudí, desfilará en la Cibeles Madrid Fashion Week el próximo mes de febrero, según ha anunciado en una entrevista en la que ha calificado de "aberrante" lo que ha ocurrido en Barcelona con la moda. Miró ha explicado que se marcha a Madrid invitado por Cuca Solana, directora de Cibeles, "una amiga de toda la vida que no me ha puesto ninguna condición”, asegurando que está muy ilusionado con el hecho de poder desfilar allí para presentar su próxima colección de otoño-invierno 2009-2010. Entre otras, según ha comentado el modisto catalán, porque es una estrategia que le interesa debido a que gran parte de su facturación está en España

Para su desembarco en Madrid, en donde asegura que toda la gente es muy amable y en donde se encontrará con amigos como Jesús del Pozo, Antonio Alvarado, Fernando Lemoniez o Modesto Lomba, entre otros, Miró tiene prevista una puesta en escena especial, aunque no quiere revelar en qué consistirá. En la entrevista ha recordado que en su larga carrera como diseñador sólo ha desfilado una vez en Madrid, para celebrar sus 25 años en el mundo de la moda, y que entonces contó con la colaboración de estos creadores madrileños, a los que está muy agradecido, porque participaron como modelos en su desfile, logrando incluso ese año el premio L'Oreal.

La Geralitat se desmarca de los grandes

Tras señalar que su incorporación al calendario de Madrid no implica ningún compromiso de continuidad "porque me siento una persona libre", ha dicho que también se va a Cibeles porque no recibe ninguna ayuda de la Generalitat, y porque "Barcelona ha expulsado a los diseñadores consolidados en favor de los noveles, y no tenemos ninguna plataforma para mostrar nuestro trabajo". El último desfile de Miró fue este verano en París, tras anunciar que dejaba Barcelona porque la ciudad había perdido su valor mediático y ya no despertaba el interés de la prensa "por la política de la Generalitat, centrada en promover sólo a los nuevos creadores".

Considera que esta estrategia es aceptable pero que en ningún caso “debe implicar abandonar las marcas consolidadas que siempre han trabajado y desfilado en Barcelona”. Pero sus palabras han ido más allá, definiendo la nueva Pasarela 080 como una aberración, "porque dejar fuera a los consolidados es como si París decidiera renunciar a los grandes diseñadores como Dior o Balenciaga porque ya están consagrados, y organizara sólo desfiles con las promesas", lo que resulta impensable. Algo que, por otro lado es un error pues a los jóvenes siempre les interesa despuntar al lado de los grandes ya que estos suelen ser los que atraen prensa y publicidad a los desfiles. Frente a lo que muchos piensan, el diseñador se ha atrevido a decir que este tipo de gestos hacen mucho daño a Barcelona ya que una de sus principales bazas, tras el deporte, son los desfiles de moda y, por mucho que duela, “Barcelona sin la Pasarela Gaudí ha perdido mucha vida”.

La entrevista también ha servido para conocer la opinión del diseñador respecto a la actual crisis económica que golpea al mundo. Miró ha calificado de "terrible" para el sector el mes de noviembre y ha remarcado que no se sabe qué va a pasar a partir de ahora, pero está seguro de que las cosas van a cambiar mucho. Respecto a la marcha de su empresa, ha considerado que el hecho de licenciar la confección de los trajes, camisas, cazadoras y otras prendas de vestir a la empresa portuguesa Bielmar hará que a partir del 2009 su ropa sea de más calidad a un precio algo menor, en torno al 20%, "que es lo que demanda el cliente en estos momentos".

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