La Duquesa de Alba (Efe)
A punto de acabar 2008, varios personajes populares se han propuesto liquidar sus cuitas privadas a través de la emisión de comunicados. Si durante años la emperatriz de estas misivas públicas fue Ana Obregón, ahora está a punto de robarle el puesto la gran duquesa Cayetana. En el caso de la multifuncional artista, día sí y día no remitía sus puntualizaciones a través del despacho de su abogado. Aunque muchas veces el interés de estas notificaciones era nulo, otras cumplían las expectativas previstas. Con lo cual, Anita se convertía de nuevo en la reina de las portadas. Después, y por aquello de aclarar sus manifestaciones, se colocaba su salto de cama de salir a la calle y posaba a lo grande en ¡Hola!.
Llegó un momento en que Anita y sus comunicados saturaron el mercado y dejó de interesar. Entonces apareció en escena doña Cayetana y su historia de amor con el peculiar Alfonso Díez. Hasta ese momento, la duquesa se había dedicado a apagar fuegos ajenos relacionados con las historias transversales de sus hijos. Hasta aquí una situación relativamente normal dado que la aristócrata mantenía una vida muy apacible de salir con las amigas. Cuando irrumpe en su vida el funcionario, todo cambia. Se monta la marimorena porque los ingredientes y protagonistas de esta historia tienen valor por sí mismos. Son ellos (Alfonso Díez siempre en la sombra) los que hablan y cuentan. Pero cuando uno habla y cuenta se puede encontrar (como así ha sido) que otros también metan baza. Y en ese momento es cuando entra en funcionamiento la maquinaria de los comunicados.
Desde que se conoció el estado emocional de la pareja se han enviado varios. Unos firmados por la Casa de Alba y con aprobación de la titular donde se define al “novio” como entrañable amigo y el último firmado exclusivamente por la novia Cayetana. Según parece, los hijos no tenían ni idea del contenido de esta última carta pública. Podría tratarse de una petición expresa del enamorado Alfonso Díez. En uno de los párrafos, la duquesa explicaba que “sus visitas a mi casa notienen otro interés que no sea el de la relación que mantenemos (…) una relación sentimental basada en el amor, el cariño y cuyo único objetivo es encaminar la felicidad en estos años de mi vida”. Y acaba Cayetana su carta con una referencia clara al aspecto económico del culebrón: “Las decisiones testamentarias han sido tomadas pensando en el beneficio, el de mi familia y el de la Casa de Alba; y así he actuado para que no se pierda este legado histórico recibido de mis padres”.
Este comunicado analizado y desmenuzado prácticamente no ha tenido competencia. Aunque otros, como el enviado por Manolo Santana para anunciar su ruptura tras dieciocho años de matrimonio, han sorprendido casi tanto como el anuncio verbal de Vicky Martín Berrocal confirmando que no es novia de Francisco Rivera. En este caso, su información coincidía casi en tiempo y espacio con el manifiesto “literario” de las hermanas Cruz, muy molestas por los reportajes aparecidos en varios medios donde se hacían eco del patrimonio de ambas. La carta pública enviada por sus representantes legales explicaba que la mayoría de los datos eran erróneos o falsos y que esa información estaba ya “en manos de nuestros abogados”.
Un dato destacable de la mayoría de los comunicados es precisamente la referencia a los muchos letrados defensores. A diferencia del común de los mortales todos estos personajes mediáticos no se conforman con uno sino con varios. Como dato significativo en el momento de cerrar está crónica no se ha recibido aún un nuevo envío público por parte de ninguno de los habituales. ¿Adivinan quién será el primero en entablar de nuevo la guerra de los comunicados?
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