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Lunes, 13 de julio de 2009

Hace apenas un mes Louis Vuitton puso a la venta una de sus colecciones de complementos más esperados de los últimos meses. Se trata del homenaje de Marc Jacobs, director creativo de Louis Vuitton, al irreverente artista llamado Stephen Sprouse, cuyo amor por el graffitti y el arte pop le ha encumbrado a los cielos.

El 1 de mayo de 1984 Marc Jacobs tuvo una revelación. Con el coraje propio de quien sólo tiene 21 años consiguió disfrutar de un desfile que cambiaría su concepto de la moda por completo y, en general, de todos los que abarrotaban el Ritz Club, entre los que se encontraban redactores de medios tan influyentes en Nueva York como la revista Vogue y The New York Times. Ese día el artista Stephen Sprouse quiso mostrar al mundo que el graffiti podía ser más que un acto de reivindicación social.

Fue tal la admiración que despertó en el diseñador que, en 2001, consideró que había llegado el momento de dar forma a la visión que tuviera en el mítico desfile. Y así ambos consiguieron, pese a las reticencias iniciales, renovar el estampado Monogram, gracias a que en 1997 Marc Jacobs fue nombrado director artístico de la firma Louis Vuitton. En la primavera de 2001 salieron a la venta los primeros objetos customizados por Sprouse, de quien se ha llegado a decir que ha sido el más digno sucesor de Warhol.

Para regocijo de Jacobs la colección fue un auténtico éxito ya que era la primera vez que un artista se atrevía a tocar el famoso estampado. No hay ni que decir que desde entonces su creación (en diferentes versiones, eso sí) se ha convertido en un estilo dentro de la moda como lo pueda ser el tartán o la perfecta combinación entre el blanco y el negro.

'We love Sprouse'

Ahora, ocho años después de aquella primera colección, Marcs Jacobs ha dado un nuevo enfoque a esa colaboración. We Love Sprouse, título con el que ha querido designarla, es un tributo a Stephen Sprouse, que en 2004 falleció aquejado de un cáncer de pulmón. Una colección que, a pesar de llevar en las tiendas apenas un mes, ha conseguido encandilar tanto a los expertos en moda como a los que, de momento, pueden hacerse con alguno de los objetos a la venta.

Marcs Jacobs ha diseñado remeras, leggins, zapatos, ropa de abrigo, gafas de sol, pulseras, bolsos y carteras (obviamente) e, incluso, una edición limitada de monopatines impregnados del estilo graffitero que popularizó Sprouse: colorido vibrante, arte pop y excesivo uso del flúor. Y, como ya ocurriera a principios del nuevo siglo, importantes celebrities, como la modelo Agnyess Deyn o la cantante Madonna, ya se han hecho con el bolso.

Diferentes homenajes

Este homenaje se enmarca dentro de una serie de celebraciones y acontecimientos que se están llevando a cabo este año para conmemorar el quinto aniversario de su muerte. La galería de arte Deitch en Nueva York, situada en el barrio del Soho, ha lanzado una exposición bajo el lema Rock on Mars. En ella se podrán desde pinturas hasta los diseños presentados en sus desfiles o los bolsos que hiciera en 2001 con Marc Jacobs.

Kim Hastreiter, directora de la galería, ha remarcado la importancia de Warhol en las creaciones de Sprouse. "Creo que tuvieron un flechazo entre ellos". Es más, no se puede discutir que fue un heredero de su estética pop. Algo que se puede ver en su obsesión por los años 60, la unión del arte con el dinero y las celebridades. Se sabe, además, que Sprouse fue el único al que Warhol permitió usar sus creaciones, o al menos el concepto, tras su muerte.

 Junto a la muestra Rizzoli lanzó al mercado el 13 de enero The Sthepen Sprouse Book, un libro en el que Mauricio y Roger Padilha narran la vida y obra del diseñador adornado con fotos de sus creaciones y algunas imágenes inéditas encontradas en la casa de su madre. Asimismo el libro recoge entrevistas a distintos personajes relacionados con él, como el propio Marc Jacobs, Debbie Harry, Tery Toye o Polly Mellen.

 El arte se convierte en moda

Sprouse fue el primero en ‘dar un nuevo aire’ al estampado Monogram pero no el único. Alentado por los buenos resultados Marc Jacobs se alió en 2003 con Takashi Murakami, cuyos diseños (coloristas, frescos e, incluso, de inspiración cargo) han desfilado por varios museos internacionales como el Brooklyn Museum de Nueva York de Nueva York o actualmente el Guggenheim de Bilbao. Igualmente varios representantes del universo del hip-hop han creado sendas colecciones como Pharrell Williams (joyas) o Kayne West (bolsos y zapatillas).

 Una pasión por el arte alternativo que ha permitido a Jacobs levantar una de las firmas más clásicas, tal y como ha declarado. "Yo quise seguir las reglas y hacer lo que me decía todo el mundo hasta que llegó a un punto en el que me di cuenta de que ese no era el motivo por el que me habían contratado. Estaba allí para dar el aspecto renovado, fresco y contemporáneo que requería el momento. Por eso he usado el graffiti porque significa algo para mí. Además, Stephen Sprouse es una figura super importante de Nueva York y que no sólo contó con la credibilidad de la calle sino porque además fue un importante diseñador”, señala.

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