Martes, 14 de julio de 2009
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@Paloma Barrientos - 29/04/2009
Las apariciones públicas de Carla Bruni han superado con creces las expectativas previstas. No es una novedad. Ya sucedió con anterioridad en Londres, en la última visita de Estado del presidente Sarkozy y su espectacular esposa. Incluso los medios británicos llegaron a definir el interés mediático despertado por la ex modelo como de brunimanía. Y por supuesto, compararlo -que no equipararlo, ¡faltaría más!- con la popularidad desenfrenada que provocaba la desaparecida Lady Di.
En Madrid, la repercusión a pie de calle no ha sido para tanto y no se han formado grandes aglomeraciones a las puertas del Congreso, en el museo Reina Sofía o en cualquiera de los lugares a los que ha acudido la pareja. En cambio, sí que ha sido un terremoto en las esferas del poder (político, cultural y económico), donde las presiones para acudir a cualquiera de los actos institucionales han sido el pan de cada día.
Así, ocurrió en la cena de gala del Palacio Real (Ver álbum) donde la aparición estelar de madame la president anuló cualquier otra presencia femenina, salvo la de la Princesa Letizia. Su entrada fue espectacular, según los comentarios de los invitados que estaban en la línea visual. Si hubiera traductor simultáneo de pensamientos el de la esposa real habría sido algo así: “Mira bonita, ésta es mi casa y para princesa yo”.
El encuentro de las dos mujeres fue exclusivamente protocolario, a pesar de que en su día la señora de Sarkozy (Ver 'Carla Bruni quiere una cita con Letizia') quiso una entrevista tête à tête con la nuera real. La reunión entre las dos profesionales nada tenía que ver con la agenda oficial y por lo tanto se habría tratado de una charla de carácter privado sin repercusión pública. Podría haber sido tras el almuerzo en el Palacio de
En cambio, el encuentro privado de las dos damas -Letizia y Carla- parece que no se remató precisamente por indicación del Rey. Según publica el Semanal Digital, don Juan Carlos quiso que quedara muy claro que la interlocutora de
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