La delicada salud de Masako

Masako sigue sin ver la luz al final del túnel. La princesa nipona, que ha estado varios años apartada de las obligaciones oficiales por problemas de estrés y depresión, no consigue tomarle el pulso a su cargo. Ya es habitual que su marido Naruhito coja la maleta y viaje en solitario a cualquier rincón del mundo para cumplir con sus obligaciones. Y eso es lo que ha pasad ahora. La futura emperatriz no acompañará al príncipe heredero en la esperada visita que éste hará a la Expo de Zaragoza 2008 en julio.

Las razones de esta ausencia son las de siempre. Según ha informado la agencia local Kyodo, su delicado estado de salud impide a Masako realizar este viaje oficial. Tampoco estará en el viaje que Naruhito realizará entre el 16 y 27 de junio a Brasil para conmemorar el centenario de la inmigración japonesa a este país latinoamericano. Así lo ha confirmado el propio gobierno nipón.

Desde 2004 la princesa Masako, apodada "la princesa triste", se encuentra bajo tratamiento médico por padecer un trastorno adaptativo, con síntomas de ansiedad y estado de ánimo depresivo. A consecuencia de esta depresión, la princesa ha limitado sus labores oficiales. Está prácticamente apartada de la vida social desde hace cuatro. Sólo ha permitido que se la fotografíe en actos familiares como cuando su hija Aiko comenzó la guardería o el colegio o cuando saluda en alguna ocasión desde el balcón acristalado de palacio . De hecho, fue una de las grandes ausentes en la boda de los Príncipes de Asturias. Su marido asistió en solitario.

Durante su visita a España, Naruhito pronunciará una conferencia patrocinada por una comisión de Naciones Unidas sobre agua y sanidad, uno de los eventos de la Expo Zaragoza 2008. Hace unas semanas, el heredero ya acudió a un acto en Tokio para promocionar este evento entre los japoneses.