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El ‘chollo’ sentimental de los príncipes de Mónaco
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El ‘chollo’ sentimental de los príncipes de Mónaco

Los hijos de Carolina de Mónaco han tenido suerte en el amor. Mientras la Princesa Estefanía siempre se ha decantado por relaciones más populares con guardaespaldas,

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El ‘chollo’ sentimental de los príncipes de Mónaco

Los hijos de Carolina de Mónaco han tenido suerte en el amor. Mientras la Princesa Estefanía siempre se ha decantado por relaciones más populares con guardaespaldas, sus sobrinos, en plena edad del pavo, prefieren la compañía de ricos, millonarios y gente bien relacionada socialmente. Quizás mamá Carolina les haya dado alguna lección ya que, en sus años mozos de rebeldía, se casó en primeras nupcias con un playboy que duró dos telediarios.

Andrea, Carlota y Pierre no se pueden quejar de las cuentas corrientes de sus novios y sus suegros. Y es que no han encontrado a sus parejas en ningún bar de barrio. El último en sumarse a la moda del chollo sentimental ha sido el pequeño Pierre. A sus 20 años, y tras varios escarceos amorosos, el pequeño de los Casiraghi, que estudia habitualmente en París, sale desde hace unas semanas con Beatrice Borromeo. A esta joven, alta, rubia y espigada, no le falta la tarjeta VIP.

Beatrice es descendiente de la aristocracia italiana. De hecho, sus ancestros se remontan hasta la Edad Media. Su padre es el Conde Carlo Fernandino Borromeo y su madre es una ex modelo alemana. Aunque estudia derecho, ha desfilado para grandes de la moda como Chanel. También colabora en un programa de entrevistas. Pese al rancio abolengo, la familia está muy bien relacionada. Su hermana mayor, Lavinia, contrajo matrimonio hace unos años con John Elkann, el último descendiente de los Agnelli que controla el imperio Fiat, entre otros negocios.

Carlota tampoco es ajena a esta moda. La bella princesa, que ha heredado el glamour de su madre, sale desde hace unos años con Alex Dellal, por el que se ha trasladado a vivir a Londres. Este joven es hijo de un empresario iraní y una top model brasileña ya retirada. Acostumbrado a codearse con la jetset británica, la fortuna de la familia supera los 1.000 millones de dólares. De hecho, en su lista de amigos están Elizabeth Jagger, Leah Wood o Camila Al-Fayed. Sin trabajo conocido, lo mismo se le ve en una fiesta, que tocando en el metro que de botellón con sus amigos.

Andrea de Mónaco, actual heredero del Principado, también tiene novia de postín. El primogénito de Carolina, amante de la fiesta y la moda grunge, sale desde hace años con Tatiana Santodomingo, hija de un importante hombre de negocios latinoamericano. Aunque no pertenece a la realeza, la fortuna de su padre le ha abierto un hueco en Mónaco, donde ha sido aceptada por todos. Sin embargo, desde hace unos meses no se tiene noticia de la pareja. En sus últimas apariciones, Andrea asustó por su extrema delgadez. Según las malas lenguas, los excesos y su relación con las drogas podrían haber deteriorado su salud. Sea como sea, lleva meses alejado de su país natal.

Los hijos de Carolina de Mónaco han tenido suerte en el amor. Mientras la Princesa Estefanía siempre se ha decantado por relaciones más populares con guardaespaldas, sus sobrinos, en plena edad del pavo, prefieren la compañía de ricos, millonarios y gente bien relacionada socialmente. Quizás mamá Carolina les haya dado alguna lección ya que, en sus años mozos de rebeldía, se casó en primeras nupcias con un playboy que duró dos telediarios.