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Cuando los Reyes peinan canas
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Cuando los Reyes peinan canas

A los reyes europeos les comienzan a pesar los años. Como los tiempos han cambiado, la medicina ha avanzado y las guerras se han pasado de

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Cuando los Reyes peinan canas

A los reyes europeos les comienzan a pesar los años. Como los tiempos han cambiado, la medicina ha avanzado y las guerras se han pasado de moda, los dirigentes reales cumplen años y años sin abandonar su cargo. Por ello, la actual generación de reyes y reinas ya peinan canas mientras sus hijos se han convertido en príncipes herederos sobradamente preparados. Algunos incluso se topan con achaques propios de su edad.

Si hay que hablar de una reina longeva, esa es Isabel II. A sus 82 años y con más de medio siglo en el cargo, parece que la soberana de los ingleses no tiene ganas de jubilarse. Aunque en los últimos años ha bajado su ritmo de trabajo, sigue cumpliendo con su jornada laboral. Sólo algunos dolores de espalda la han obligado a cancelar actos. En los últimos años, ha cedido parte de la representación internacional del país en el extranjero a su hijo Carlos que, a sus casi 60 años, se convertirá en Rey con los deberes bien hechos. Sin embargo, no hay que olvidar que la Reina Madre falleció con más de cien años.

La Reina Beatriz de Holanda también disfruta de una salud de hierro. A sus 70 años recién cumplidos, no se pierde un acto, aunque siempre cuenta con la ayuda de su hijo Guillermo y su nuera Máxima. En los últimos años, las voces que apuntaban a una abdicación prematura no han cesado. Sin embargo, la monarca ha expresado su deseo de seguir un tiempo más en el cargo para que su hijo y su mujer se sigan formando. Y es que no hay que olvidar que su madre, la Reina Juliana, renunció a la corona al cumplir 70.

De la misma quinta que la soberana holandesa es el Rey Juan Carlos, que celebró en enero su 70 cumpleaños con una gran recepción en Palacio. Pese a su edad, no baja el ritmo de trabajo. Se realiza chequeos de forma anual y practica deportes como la vela. Otros, como el esquí, han quedado en segundo plano tras varias lesiones de rodilla. Aún así, ha limitado algunas de sus salidas al extranjero. Por ejemplo, es el Príncipe Felipe el que asiste a las tomas de posesión de los mandatarios iberoamericanos. Y es que el heredero lleva cuarenta años preparándose para suceder a su padre en el cargo.

Un año mayor que rey español es Harald de Noruega. Asiduo a los veranos y competiciones de vela de Mallorca, lleva en el cargo desde 1991. Sin embargo, ha sido el que más achaques conocidos ha tenido. En 2003 fue operado de un cáncer de vejiga. Aunque logró restablecerse totalmente, su hijo Haakon asumió el cargo de rey durante el periodo que estuvo de baja.

Alberto de Bélgica es algo mayor que los anteriores. Nacido en 1934, fue rey de rebote ya que su hermano murió sin descendencia. En 1993 todos pensaban que renunciaría a favor de su hijo Felipe, que tenía sólo 33 años y que había sido criado para suceder a su tío. Sin embargo, retuvo el cargo para luchar contra las tensiones internas del país. Hace poco más de un año, el soberano se tuvo que pedir la baja tras romperse el fémur. También fue operado hace unos meses de cataratas.

En Suecia, y aunque el rey peina canas desde hace tiempo, Carlos Gustavo no es tan mayor como sus coetáneos en el cargo. Sólo tiene 62 años. Algo parecido pasa en Mónaco. Alberto, que accedió al cargo hace relativamente poco, no sobrepasa los cincuenta. Sin embargo, a día de hoy todavía no se ha casado. Por lo que son los hijos de su hermana Carolina los que aseguran la continuidad dinástica. Y es que los reyes de hoy en día están hechos unos chavales.

A los reyes europeos les comienzan a pesar los años. Como los tiempos han cambiado, la medicina ha avanzado y las guerras se han pasado de moda, los dirigentes reales cumplen años y años sin abandonar su cargo. Por ello, la actual generación de reyes y reinas ya peinan canas mientras sus hijos se han convertido en príncipes herederos sobradamente preparados. Algunos incluso se topan con achaques propios de su edad.