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Los deseos de Sarah Ferguson
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Los deseos de Sarah Ferguson

Sarah Ferguson es una de esas personas que parece saber reconocer sus errores. Ferguson, que se casó por el Príncipe Andrés en 1986, ha hecho examen

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Los deseos de Sarah Ferguson

Sarah Ferguson es una de esas personas que parece saber reconocer sus errores. Ferguson, que se casó por el Príncipe Andrés en 1986, ha hecho examen de conciencia y ha analizado sus pasos en los últimos años y dice que “desearía haber hecho las cosas de forma diferente”. No en vano, su matrimonio real finalizó en 1992 con la llegada de la separación y con el divorcio cuatro años más tarde.

Comenta la duquesa de York que “me gustaría poder hacerlo todo de nuevo”. Entre esa revisión a su vida afirma que “podría seguir casada con Andrés, por su puesto” ya que dice de su ex marido que es “un hombre maravilloso”. Comenta Fergi que hubiese intentado mantener mejor su relación y que “cogería las riendas”. Afirma la ex esposa del Príncipe Andrés, con quien tiene dos hijas, Beatriz y Eugenia, que “he visto que todo lo que se ha dicho sobre mí llega un día y desaparece al día siguiente”, algo que, sin duda le ha hecho ver las cosas de forma diferente a largo plazo.

La ex nuera de la Reina Isabel confiesa que en aquellos tiempos en que puso fin a su matrimonio “pensé que había fracasado” y que “ahora pienso que acerté en algunas cosas, encontré acierto en el fallo”. Ferguson siente que quizá tendría que haber recibido más ayuda para adaptarse a la vida dentro de la Familia Real británica.

La madre de la duquesa de York ha sido otro de los temas que la madre de Beatriz se ha atrevido a abordar después de mucho tiempo. Sarah afirmaba en el diario The Daily Telegraph que “realmente no he tenido ningún contacto con mi madre durante mucho tiempo”. Y es que la madre de Sarah se mudó a Brazil cuando ella tenía doce años, por lo que dice “es difícil de entender ahora como mi madre pudo dejarnos a mí y a mi hermana y desaparecer así”.

Comenta que durante pasó parte su infancia en un internado y que, por aquella época, el teléfono en Argentina “a penas funcionaba”. Por aquel entonces estaban en plena guerra de las Malvinas “lo que significaba que mi madre no podía viajar”. Tras esa época, cuando se hizo mayor y se casó Sarah afirma que cree que “necesitaba más ayuda de la que dispuse”. A pesar de todo, se casó con el Príncipe, aunque las cosas entre ellos no llegaron a buen puerto. Cuenta además que quizá “si hubiera tenido un consejero que me hubiera enseñado a pasar por todo yo lo habría hecho un poquito mejor”.

Hace tan sólo unos meses se hablaba de un acercamiento a la figura de la duquesa de York por parte de la Casa Real británica. La institución que en otro tiempo la apartó de eventos y de celebraciones la considera ahora una buena influencia para su ex marido por la discreción con la que se mueve en los terrenos que se refieren a la familia real. ¿Será posible una reconciliación?

Sarah Ferguson es una de esas personas que parece saber reconocer sus errores. Ferguson, que se casó por el Príncipe Andrés en 1986, ha hecho examen de conciencia y ha analizado sus pasos en los últimos años y dice que “desearía haber hecho las cosas de forma diferente”. No en vano, su matrimonio real finalizó en 1992 con la llegada de la separación y con el divorcio cuatro años más tarde.