La Reina Isabel pone a trabajar a su nieta Beatriz

La Reina Isabel II sigue con su intento de lograr que la Familia Real británica sea un ejemplo para sus ciudadanos. Después de hacer una revisión de los gastos de seguridad de los royals ingleses para reducir los gastos, ahora se preocupa por las ocupaciones de sus nietos. Ellos fueron, precisamente, los principales damnificados con los recortes en seguridad, ya que no gozarán de protección en sus salidas nocturnas y actividades de ocio.

Es el turno de la Princesa Beatriz, que ya ha comenzado en el que será su trabajo para este verano. La hija mayor del Príncipe Andrés y Sarah Ferguson ha empezado a trabajar como relaciones públicas para el Ministerio de Asuntos Exteriores inglés. Parece que la Reina quiere que el pueblo británico cambie la imagen que tiene la Princesa. Según publica el diario Daily Mail, se trata, más que del hecho de continuar su carrera laboral, de que no pase el verano sin hacer nada. Una fuente del periódico afirma incluso que es preferible que trabaje y "que no vagueé durante todo el verano" .

La fama de juerguista precede a la sobrina del Príncipe Carlos, aunque el año sabático que su hermana Eugenia ha pasado recorriendo el mundo casi ha consguido que los medios dejen de lado la vida nocturna de Beatriz. Ese viaje ha podido servir para que a la mayor de las dos hermanas le hayan buscado un trabajo para que esté ocupada hasta que retome sus clases de Historia en el Goldsmiths College de Londres. 

La ocupación de Beatriz en el Ministerio consistirá en aconsejar a quienes viajen fuera de Inglaterra sobre seguridad y salud, algo que le resultará relativamente fácil, dado que por su condición de Princesa ha viajado por todo el mundo desde muy niña. Además, ella y su hermana acompañaron a su madre en un show televisivo para el que viajaron a Rumanía y Turquía para conocer la situación de los más desfavorecidos.

En temas de seguridad, seguramente aconsejará a los viajeros que tengan cuidado con sus pertenencias, ya que su hermana, si no llega a ser por sus guardaespaldas, se habría quedado sin bolso mientras conocía los entresijos Pnom Peng, capital de Camboya. En aquel momento sus escoltas consiguieron atrapar a los ladrones que ni imaginaron la que se les venía encima, ya que no habían reconocido a la Princesa y pensaron que era una turista más.