Urdangarin celebra su cumpleaños en la intimidad de su 'búnker' de Washington

Hace tres años todo era muy diferente. La infanta Cristina había organizado una gran fiesta de cumpleaños a su marido, el duque de Palma. “No me esperaba nada de esto. Ha sido todo un complot”, aseguró emocionado Iñaki Urdangarin a los periodistas que se habían apostado a las puertas de su chalet de Barcelona.

Esta celebración reunió a más de 120 invitados en su casa de Pedralbes, valorada en seis millones de euros, entre los que se encontraba la Reina Sofía, los príncipes de Asturias, la infanta Elena y los cuatro príncipes de Bulgaria con sus respectivas esposas. Pero hoy todo es distinto. El día que Urdangarin cumple 44 años, su vida ha dado un cambio de 180º.

Urdangarin, imputado por un supuesto envío de dinero público desde el Instituto Nóos, que presidió, pasará esta fecha tan señalada lejos de sus padres y hermanos, y encerrado junto a la infanta Cristina y sus cuatro hijos en su mansión de Washington, que se ha convertido en un lujoso búnker durante estas últimas semanas.

Esta casa, ubicada en la capital de Estados Unidos y a la que los duques de Palma se trasladaron en septiembre de 2009, se ha transformado en un auténtico escondite para huir de acusaciones y posibles paparazzi que agraven aún más su imagen pública.

Esta residencia del barrio de Bethesda, cuyo alquiler mensual asciende a aproximandamente 8.500 euros, y que sufraga por completo Telefónica Internacional, también ha sido la guarida en la que han pasado la Navidad. Por ejemplo, una celebración tan señalada como la de Nochebuena, que tradicionalmente la Primera Familia al completo pasaba en Zarzuela, fue alterada por la decisión del Rey Juan Carlos de que los duques de Palma no viniesen a España. De ese modo, se evitaba el asedio a su hija y de su yerno aunque tuviesen que estar separados.

Así que igual que los duques de Palma y su prole pasaron estos últimos festivos en solitario, lo volverán a hacer en el día de hoy. Un cumpleaños salpicado por la reciente imputación por el caso Nóos y que se celebrará en la más estricta intimidad sin que se espere ninguna visita inesperada, como ocurrió hace un mes cuando la Reina Sofía voló hasta Washington para estar con la infanta Cristina y Urdangarin a pocos días de conocerse una supuesta implicación del yerno real en el caso Nóos. 

De modo que, en una imagen muy diferente a la de aquel mes de enero de 2008, la infanta Cristina y sus cuatro hijos cantarán el cumpleaños feliz a Urdangarin con toda la opinión pública en su contra y a un mes de su cita con el juez, que tendrá lugar el próximo 25 de febrero en Barcelona.