Los escondites culinarios de los príncipes de Asturias cuando salen de Zarzuela

Pocos días después de anunciar su compromiso en 2003, los príncipes de Asturias visitaron el popular restaurante chino El Buda Feliz, cerca de la Gran Vía madrileña. Esta elección sorprendió. No solo por tratarse de comida asiática, sino porque el menú más caro no supera los doce euros.

Desde entonces, la lista de restaurantes y locales que han frecuentados los príncipes de Asturias se mueve entre lo económico y lo inasequible. Desde lugares solo aptos para la jet set y los royals a establecimientos low cost con precios para todos los bolsillos. El último: el Restaurante Central Mexicana, a pocos metros de la exclusiva urbanización La Finca de Pozuelo de Alarcón, donde los príncipes de Asturias, acompañados de cuatro amigos, decidieron celebrar el 44º cumpleaños de don Felipe entre tacos, guacamole y quesadillas.

La letanía de restaurantes exclusivos es cuanto menos diversa. Lugares emblemáticos como Casa Lucio, El Landó o Horcher, tres de los locales favoritos del Rey Juan Carlos, y últimamente el Ten con ten, ubicado en pleno barrio de Salamanca y sitio de encuentro para empresarios y políticos como Paolo Vasile o Esperanza Aguirre, y lugar de moda entre los personajes del papel couché como Elena Tablada.

Curiosamente los príncipes de Asturias visitaron este restaurante por separado – él con un grupo de amigos, para lo que tuvo que cortar la calle, y ella con sus íntimas amigas de su época en TVE, coincidiendo además con Jaime de Marichalar, que también estaba acompañado-, lo más común es que los príncipes de Asturias hagan sus salidas por la capital en común.

Amantes de los restaurantes asiáticos

El Buda Feliz no es el único local asiático en el que han comido los príncipes. Otros restaurantes destacados son el Musashi, dedicado a los manjares japoneses, donde incluso han expuesto una fotografía de la visita real, o El rey de Tallarines, en el que sus dueños han decidido sacar partido de la visita señalando con una placa las sillas que utilizaron don Felipe y doña Letizia, tal y como han asegurado sus empleados, y que ya se ha convertido en la atracción de todos sus comensales.

La comida sana también ha sido un punto preponderante en la vida de Letizia, algo que ha inculcado en sus dos hijas, a las que obliga a llevar una dieta equilibrada. Por eso, no fue una sorpresa saber que la princesa había escogido un restaurante ecológico para una de sus salidas el pasado mes de noviembre.

Se trata de Yatiri, un bar especializado en comida vegetariana, en la calle Relatores de Madrid, donde la consorte y sus acompañantes –entre los que no estaba el príncipe- degustaron un menú ecológico que rondaba los diez euros, y para el que también se tuvo que cortar el tráfico.

No ha sido la única ocasión en la que la princesa ha salido de Zarzuela en solitario para quedar con sus amigos. El pasado verano cenó con su diseñador de cabecera, Felipe Varela, con el marido de éste, y con otra chica en el restaurante cubano La Negra Tomasa, donde, como anécdota, negó ser la princesa de Asturias ante la pregunta de un camarero.  

Sin embargo, el local emblemático por excelencia del príncipe Felipe es el Ebla, un pequeño kebab ubicado en la calle Martín de los Heros, en pleno centro de Madrid, donde se puede comer por un módico precio. En esa línea, también destacan las dos hamburgueserías Alfredo´s, una en la calle Juan Hurtado de Mendoza y otra en la calle Lagasca, locales que presumen tener las mejores hamburguesas de la capital y donde el príncipe hasta celebró su cumpleaños en una ocasión. La última vez que se les vio por allí, según cuentan desde el restaurante, fue hace dos años, donde disfrutaron de esta delicia americana. No todo van a ser desgustaciones de marisco, el manjar favorito de doña Letizia.