La Casa Real española, única en dar la espalda al Jubileo de Isabel II

 

La celebración del Jubileo de Diamante de la Reina Isabel II de Inglaterra, en el que se conmemoran los sesenta años de la monarca en el trono, se ha visto eclipsado por varias polémicas en torno a sus reales invitados. La que será la gran cita monárquica de 2012, no tendrá un representante de la Primera Familia española, lo cual ha sido calificado en la prensa británica como el “desaire español”, ya que será la única que no estará presente en estos festejos.

Doña Sofía formaba parte de la lista de invitados confirmados al almuerzo que Isabel II ofrecerá este viernes en el castillo de Windsor, pero el Gobierno patrio le ha obligado a declinar la invitación por los recientes conflictos vividos en Gibraltar. La participación española en estos festejos ha sido vista desde el Ejecutivo como "poco adecuada en las circunstancias actuales", decisión que ha venido cargada de una gran controversia, ya que el resto de monarquías dispersas por todo el globo ya han confirmado su asistencia para brindar por el largo reinado de la soberana. 

 

Ríos de tinta ha generado la decisión de Isabel II de no contar con la presencia del rey Constantino de Grecia y la reina Anne-Marie, parientes directos de la Reina Sofía, a pesar de que se encuentran exiliados en Londres. Se desconocen los motivos por los que la realeza británica consideró al monarca griego ‘persona non grata’. Ante el revuelo generado, un portavoz del palacio de Buckingham se ha apresurado a excusar a la veterana soberana alegando que el verdadero motivo reside en que “no deseaban molestar al gobierno griego”. Aunque finalmente, el rey sin trono de Grecia asistirá como un invitado más tras solucionarse la confusión inicial.

A estos habituales en las cumbres reales se les sumará el Rey de Bután, que tras su coronación en el año 2006 no ha participado en ningún evento de estas características. Acudirá junto a su joven esposa, la plebeya Jetsun Pema, con la que contrajo matrimonio el pasado mes de octubre. También se estrenan en estas lindes dos de las últimas parejas reales en pasar por la vicaria: Alberto de Mónaco y Charlene Wittstock; y los duques de Cambridge, Guillermo y Catalina, que acudirán acompañados del príncipe Harry.

 

Solo faltarán los reyes de España.

 

 

 

 

 

La realeza británica no se ha librado de la polémica, a pesar de su intención de agradar a la mayoría de las monarquías y sus respectivos gobiernos. La invitación de los reyes de Bahréin y Suazilandia ha copado los titulares más críticos e incendiarios. El Jefe de Estado de Bahréin, Hamad Ben Isa Al Jalifa, dirige uno de los regímenes más duros y polémicos, que muchos se han atrevido a comparar con los conducidos en su momento por Gadafi o Saddam Hussein, por la cruenta represión que sufre su pueblo.

 

 

Los invitados reales

 

A pesar de que el palacio de Buckingham no haya confirmado todavía su exclusiva lista final de invitados, son muchos miembros de las familias reales de todo el mundo los que se encuentran de camino a Londres. Este es el caso del emperador y la emperatriz de Japón, Akihito y Michiko, que ya se encuentran en la capital británica. Aunque el monarca nipón se sometió el pasado mes de febrero a una cirugía de revascularización cardiaca, no ha querido perderse uno de los eventos reales más importantes del año.

 

Por su parte, se espera que la llegada de otros rostros conocidos en este tipo de celebraciones reales como: la soberana de Dinamarca, Margarita II, que el pasado mes de enero celebró sus 40 años en el trono danés; la reina Beatriz de Holanda, que acudirá a pesar de los difíciles momentos que atraviesa la familia, tras el accidente de esquí de su hijo Johan Friso, que aún permanece en coma; los reyes de Suecia, Carlos Gustavo y Silvia; la Familia Real noruega; los duques de Luxemburgo, Enrique I y su esposa Josefina Carlota de Bélgica; y los monarcas de Jordania, Abdalá bin al-Hussein y Rania Al-Yassin.