El cambio de estrategia de la Familia Real

Los últimos acontecimientos vividos en el seno de la Familia Real han obligado a la Casa Real a reaccionar y tomar decisiones drásticas, a menudo con un ínfimo margen de maniobra. La Primera Familia es consciente de lo deteriorado de su imagen y de que es necesario un cambio de estrategia que le ayude a relanzar su imagen y, sobre todo, a potenciar las que se han convertido en sus principales bazas para asegurar el futuro de la institución monárquica, al margen del rey Juan Carlos: los príncipes de Asturias y las infantas Leonor y Sofía.

Lo cierto es que con la llegada de estos últimos a Marivent comenzaron a atisbarse los primeros signos del cambio de estrategia que tiene en mente Zarzuela para acercar la Corona española a un pueblo cada vez más escamado a cuenta de comportamientos "poco ejemplares", controvertidos accidentes de caza y revelación de polémicas amistades y que volvían a ponerse de manifiesto hace tan sólo unos días cuando, como parte de esa estrategia de lavado de imagen, el rey telefoneaba a Rafa Nadal para invitarle a cenar en un restaurante de Calviá. Allí don Juan Carlos se dio un auténtico baño de multitudes: en la terraza de un local de ambiente informal y de un precio medio, sin ningún tipo de muro o barrera que les separara del resto de comensales, e incluso propiciando que los fotógrafos tomaran buenas instantáneas de la velada que compartió con el tenista, una de las personas más valoradas del país.

La Casa Real ha tenido que acoplar esta nueva estrategia al cambio de costumbres que se ha producido este atípico verano que marca un punto de inflexión en lo que a las vacaciones de los Borbones se refiere. A partir de ahora no habrá largas estancias de la Familia Real al completo en Marivent. De ahí que la tradicional foto de familia de todos los miembros a las puertas de Marivent se haya tornado ahora en un posado más familiar, cercano y tierno (y en un escenario diferente al del Club Náutico o el del Palacio) de los herederos al trono patrio y de las hijas de estos -una de ellas, heredera también, al fin y al cabo-. Será la tónica general en los sucesivos veranos, teniendo en cuenta la progresiva asunción de responsabilidad de los Príncipes de Asturias, y la consecuente pérdida gradual de relevancia de las infantas Elena y Cristina, así como del marido de ésta.

Don Felipe y doña Letizia han sido los únicos cuya imagen ha salido fortalecida de los escándalos que han salpicado a la Primera Familia durante los últimos meses. Poco a poco Zarzuela ha ido cediéndoles cada vez más protagonismo hasta llegar a monopolizar el posado veraniego de la Familia Real en Palma de Mallorca, algo que seguirá sucediendo en un futuro próximo. Incluso está previsto que las infantas Leonor y Sofía, cuya imagen despierta gran interés, adquieran cada vez más relevancia pública al lado de sus padres, quienes en los últimos actos oficiales se han dejado ver mucho más cercanos y relajados que antes.

Preocupación por la prensa y las redes sociales

El cambio de estrategia de la Casa Real, iniciado hace unos meses pero que no se había materializado de forma visible hasta ahora, tiene que ver con las redes sociales. Como ya anunció Zarzuela, la Institución estudia su entrada en las redes sociales. Y, aunque aún está a años luz de sus homólogas europeas, lo cierto es que el debut de la Casa Real en Twitter, donde darán a conocer todas y cada una de las noticias relacionadas con la Primera Familia patria, está cada vez más cerca. Por lo pronto, el mes que viene está previsto el lanzamiento de la nueva página web de la Casa Real.

El cambio de actitud para con la prensa es otro de los aspectos que tiene en cuenta Zarzuela dentro de su nueva estrategia de imagen. Ejemplo de ellos es la preocupación que mostró, hace tan sólo unos días, el propio don Juan Carlos con los periodistas que cubren las informaciones de la Casa Real. El monarca, que atendía varias audiencias en el Palacio de la Almudaina de Palma de Mallorca, se acercó a la prensa para interesarse por si les habían ofrecido un café o un refresco. Minutos después, los periodistas eran atendidos y se les ofrecieron las bebidas en unos vasos personalizados con las iniciales de los reyes.

El monarca, que durante el verano no ha querido dar una imagen de vacaciones y dio instrucciones para que se le organizasen muchas actividades oficiales durante su estancia en la isla, también ha tenido tiempo de bromear con los fotógrafos, después de que en las audiencias la Casa Real pidiera a los reporteros gráficos que no hicieran uso de los flashes para captar las instantáneas. Don Juan Carlos, por su parte, insistía en que iba a regalarles "máquinas sin flash".