El cumpleaños más hermético de Letizia

De nuevo el hermetismo. El próximo 15 de septiembre, doña Letizia cumple cuarenta años y, por el momento, "no hay prevista ninguna celebración pública ni actos oficiales por ese motivo", según confirma el gabinete de prensa de Zarzuela. Lo que sí se hará, coincidiendo con esa fecha, "será enviar a los medios un resumen de lo que han sido estos ocho años como princesa de Asturias". Así de escueta es la información referida a ese día que facilita Casa Real a Vanitatis, ya que tampoco especifican en qué va a consistir ese dossier, si irá acompañado de algún reportaje familiar o de una foto oficial.

La imagen actual de la princesa nada tiene que ver con la de la periodista que mandó callar al heredero en su pedida. La operación de estética, más los retoques de los últimos años, han hecho que los retratos oficiales no sean reales y quizá sería bueno que aprovechara esa fecha para presentarse de nuevo en sociedad, como hacen habitualmente el resto de primos reales y como hizo el propio heredero cuando cumplió los cuarenta. Por primera vez aparecía posando en su residencia acompañado de su mujer y de las infantas Leonor y Sofía. Muy comentada fue la fotografía de los cuatro en torno a una mesa camilla.

En el caso de la princesa, no se sabe aún si en el último momento dará la sorpresa y ofrecerá algo parecido, porque hasta ahora las órdenes recibidas son tajantes: que no haya filtraciones,  que es la obsesión de doña letizia.

A tal punto ha llegado la princesa en este aspecto que, cada vez que la familia o ella sola realizan un viaje fuera de la agenda oficial, son muy pocas las personas que saben del destino final. Dicen que a veces ni el Rey conoce dónde se encuentra. Por eso el hermetismo sobre el cómo y dónde se celebrará su cumpleaños es absoluto. Teniendo en cuenta que la mujer del heredero ajusta su agenda profesional a los cinco días laborables de la semana, porque los sábados y domingos, salvo excepciones, no trabaja, es muy posible que el día de su cumpleaños (sábado) se quede en su casa. Aunque cabe la posibilidad de que su marido le organice un cumpleaños sorpresa.