La Reina y la infanta Elena se reúnen de nuevo con la familia Urdangarin

Son muchos los que ven a la Reina y a la infanta Elena como las que conservan la buena imagen que la Casa Real tenía hace años. Y son ellas las que se han convertido en el hombro de la infanta Cristina, su miembro más en entredicho. Mientras los Príncipes de Asturias y el Rey se han mantenido más alejados de la duquesa de Palma como máximos representantes de la Institución, son su madre y su hermana las que no han faltado a las distintas celebraciones familiares.

Se trata de encuentros fuera de agenda, esos actos oficiales de los que la infanta Cristina se quedó al margen cuando su marido fue imputado en el 'caso Nóos'.  A partir de ese momento, Cristina y Elena salieron del núcleo familiar para dejar paso a los herederos. Sólo hay que trasladarse hasta la Fiesta Nacional del 12 de octubre para ver cómo la duquesa de Lugo quedó relegada a un segundo plano, junto a los políticos, que hasta ahora nunca había ocupado.

Esta unión paralela a los problemas con la justicia se ha hecho más patente con el ingreso, hace tres semanas, del Rey en el hospital. La visita de Cristina e Iñaki Urdangarin trajo muchos rumores sobre acercamientos y reales distanciamientos dentro del clan Borbón. Pero lo cierto es que fue el duque de Palma el que ejerció como chófer de la Reina y las infantas, sin señales de grieta dentro de esta parte de la familia. Algo diferente a lo que se vio con los Príncipes, que no posaron en ningún momento con el resto de la familia.

El cumpleaños de Pablo Nicolás, el segundo hijo de Cristina, ha sido el último ejemplo de la relación que coexiste dentro de los Borbón. La infanta Elena y la Reina no tienen ningún miedo a verse relacionados con los Urdangarin y viajaron hasta Barcelona para acompañar a su hija y hermana en la fiesta celebrada el pasado 6 de diciembre. Allí, tal y como publica ¡Hola!, se encontraron con Claire Liebaert, madre de Iñaki Urdangarin, y algunos de los hermanos y sobrinos del duque.

Mientras la Reina sólo se quedó unas horas en casa de su hija para tomar inmediatamente después un avión hasta Londres, según publica la revista Lecturas, la infanta Elena pasó la noche con su hermana, en el palacio de Pedralbes, y viajó hasta Madrid al día siguiente.