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La difícil situación de la reina Sofía en Zarzuela
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La difícil situación de la reina Sofía en Zarzuela

La imputación de la infanta Cristina no ha variado la agenda laboral del resto de la familia. El mismo miércoles, poco después de que se conociera

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La difícil situación de la reina Sofía en Zarzuela

La imputación de la infanta Cristina no ha variado la agenda laboral del resto de la familia. El mismo miércoles, poco después de que se conociera la noticia, la Reina y el Príncipe presidieron sendos actos sin que aparentemente se les viera afectados por la decisión del juez Castro. Veinticuatro horas después, en la entrega de despachos a los nuevos jueces, las palabras del heredero se analizaban con lupa y los medios nacionales destacaban los principales párrafos de su discurso. Uno de ellos dejaba clara la posición del Príncipe, muy parecida a la que expuso el Rey en su alocución de Navidad tras la imputación de Urdangarin, ante lo que ha sido el nuevo escándalo que afecta directamente al la Jefatura del Estado. Don Felipe aseguraba que “la Justicia es la clave que garantiza la protección de los derechos y libertades de los ciudadanos y un elemento esencial para el mantenimiento del Estado social y democrático de derecho".

Esa Justicia es la misma que ha imputado a su cuñado Urdangarin y ahora a su hermana, y que mantiene a la familia en un estado permanente de incertidumbre. Y mientras el Rey continúa convaleciente y fuera de juego en asuntos que atañen directamente al núcleo de su casa, el papel de la Reina se hace cada vez más difícil, puesto que, dadas las declaraciones de monarca y heredero tras conocer las dos imputaciones, ella sigue siendo la única en Zarzuela que ha mostrado un apoyo público sin fisuras, más como madre que como reina, a los duques de Palma. Fuentes de Zarzuela aseguran que la Reina se siente “presionada”. El Rey no ha estado de acuerdo con la actitud que ha mostrado doña Sofía ante los medios durante estos últimos meses y la imputación de su hija viene a darle en cierto sentido la razón. En esta línea, nadie ha entendido que la propia Casa Real haya elegido al abogado que defenderá a la infanta, Miquel Roca, uno de los padres de la Constitución y que ha recibido el encargo personal de don Juan Carlos. 

La Reina ha sido siempre el elemento conector en las relaciones familiares y, aunque en ocasiones haya antepuesto los intereses familiares a los institucionales, como en su famoso viaje a Washington, es la única del organigrama real que no baja en las encuestas ante el deterioro de la imagen del resto de miembros. La situación es tan tensa en Zarzuela, porque saben lo mucho que se juegan, que esta valoración positiva a veces no se ha visto con buenos ojos en su propio entorno y menos desde el viaje a Botsuana del Rey y la aparición en escena de Corinna, con el consiguiente menoscabo en la imagen pública del titular de la Casa. La Reina tuvo dos deslices importantes con una repercusión mediática negativa. No se entendió su apoyo incondicional a Urdangarin cuando ya se sabía de sus desmanes y tampoco las compras navideñas en las mejores tiendas de Londres en el contexto de la crisis. La Reina, poco acostumbrada a las críticas, las recibió en esta última ocasión con pesar y sin entender cómo se podía haber realizado un reportaje tan detallado, que incluía incluso facturas, de su estancia en el Reino Unido. Algunas fuentes apuntan que, desde la propia Casa, alguien quiso rebajar el nivel de popularidad de doña Sofía.

Todas estas cuestiones, más la angustia y preocupación por cómo viven los nietos la imputación de su padre, y ahora de su madre, el alejamiento del Príncipe del entorno familiar, la falta de conexión con el Rey, que hasta el estallido del caso Nóos pertenecía al ámbito privado, la impopularidad de la Monarquía, las críticas al silencio que impera en Zarzuela y la repercusión que todo esto tiene en la prensa internacional, han provocado que la Reina esté pasando por sus momentos “más complicados y tristes”, como los califican fuentes cercanas a palacio. La Reina tiene el enemigo fuera de casa, pero sabe que, en cierto sentido, también se esconde dentro.

La imputación de la infanta Cristina no ha variado la agenda laboral del resto de la familia. El mismo miércoles, poco después de que se conociera la noticia, la Reina y el Príncipe presidieron sendos actos sin que aparentemente se les viera afectados por la decisión del juez Castro. Veinticuatro horas después, en la entrega de despachos a los nuevos jueces, las palabras del heredero se analizaban con lupa y los medios nacionales destacaban los principales párrafos de su discurso. Uno de ellos dejaba clara la posición del Príncipe, muy parecida a la que expuso el Rey en su alocución de Navidad tras la imputación de Urdangarin, ante lo que ha sido el nuevo escándalo que afecta directamente al la Jefatura del Estado. Don Felipe aseguraba que “la Justicia es la clave que garantiza la protección de los derechos y libertades de los ciudadanos y un elemento esencial para el mantenimiento del Estado social y democrático de derecho".

Fundación Reina Sofía