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Television Española y Casa Real: ¿censura o prudencia?
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Television Española y Casa Real: ¿censura o prudencia?

Miércoles 3 de abril. La primera edición del Telediario abría con la noticia de la imputación de la infanta Cristina en el ‘caso Noos’. Era inevitable

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Television Española y Casa Real: ¿censura o prudencia?

Miércoles 3 de abril. La primera edición del Telediario abría con la noticia de la imputación de la infanta Cristina en el ‘caso Noos’. Era inevitable que muchos españoles estuviesen pendientes no solo de la noticia, sino del trato informativo que se le daría a un escándalo que copaba muchas portadas de la prensa internacional. ¿Qué piensan algunos periodistas de ese tratamiento en la televisión pública o de que solo se toque en los informativos de la misma?

Inés Ballester, que presentó el magazine matinal de La 1 durante varios años recuerda para Vanitatis las argumentaciones que recibió en su momento para hablar de la Familia Real en su espacio: “En el programa no nos dejaban hablar de la Familia Real y yo peleaba mucho por eso. Al final reinó la sensatez y sí me dejaron hacerlo”. La periodista, que considera la monarquía sigue siendo una institución válida, reconoce no saber bien cómo se está tratando ahora mismo el tema en la pública desde dentro pero sí que ella “hubiera peleado a muerte por hablar del tema de la imputación en mi programa”.

Carmen Enríquez, que trató desde TVE la información relacionada con Zarzuela, prefiere no opinar sobre el trabajo de sus “compañeros” a la hora de informar sobre este tema por lealtad hacia ellos. La veterana periodista sí aclara que ella nunca siguió ningún tipo de directrices sobre la información que tenía que dar sobre los Borbones: “Televisión Española nunca me dijo qué tenía que hacer pero si es verdad que yo siempre he pensado que el tratamiento de estas informaciones en una televisión pública debe ser respetuoso y prudente. Eso no significa que haya censura”.

Enríquez sí admite que, durante años, existió en la pública y en el resto de medios un “pacto tácito” para no perjudicar a la Familia Real. La periodista odiaría “llamarlo autocensura”. “En ese pacto se involucraron los propietarios de los grandes medios de comunicación de este país porque la institución monárquica había hecho una labor impagable durante la Transición para que el país evolucionase hacia una democracia”. Tan impagable que, según ella “es injusto que las cosas que están pasando, que ciertamente son graves, hagan olvidar lo positivo del reinado de Juan Carlos I; que esas cosas pesen mucho más que lo que ha hecho el Rey durante todo este tiempo”.

Carmen Rigalt es partidaria de que el tema “se pueda tocar pero sin vulgarizarlo, ya que, cuando se baja el listón es muy fácil revolcarse en el barro y ya es difícil subirlo”. Sin embargo, Rigalt no cree ni en la autocensura ni en que “existan unas normas. Tienen que ser los propios periodistas los que tengan su código para saber dónde tiene cabida esa información”. Sin embargo, era inevitable que Televisión Española diese amplia cobertura a una noticia como la imputación de la infanta –en su web oficial llegó a haber un especial habitualmente reservado a grandes temas- porque, como asegura Rigalt “hacía ya unos quince días que existían rumores de tanta intensidad que hubiese sido un fraude que esa noticia no apareciese en el Telediario en primer lugar”.

Rigalt también admite que el pacto tácito y el cuidadoso trato de la pública hacia la Familia Real se puede caer porque “el PP no tiene tantos miramientos con la Familia Real”. Sin embargo, ¿qué pasaría si el tema de la imputación fuese tema de debate en un programa del corazón de Televisión Española? Carmen Rigalt cree que la cobertura informativa del asunto en ciertos programas es “un asunto estético”.

Inés Ballester asegura que “todas las cadenas toman sus propias decisiones acerca de esos contenidos. En 13 TV, por ejemplo, el tema se puede tocar en cualquier programa que se preste a ello. Creo que los medios en general deben llevarlo con transparencia y cuidado porque es un tema doloroso. En la televisión pública debe haber cabida para la opinión que se suele dar en las tertulias del corazón, pero siempre con cuidado porque el tema no es lineal y seguro que tiene muchas interpretaciones posibles”. No son pocas las televisiones en las que la imputación ha dado lugar a encendidos debates que van más allá de la información meramente judicial. Los ingredientes de telenovela en torno al caso Noos hacen que no se pueda dirimir dónde está la frontera entre un tipo de información judicial y otra. Enríquez cree que llevar el asunto hacia el lado más ‘rosa’ responde a la actitud de “ciertos medios que van a saco y que han contribuido a que la institución esté tocada. Es mucha casualidad que cada día haya una información negativa sobre la Familia Real”.

Informaciones como las referidas a la princesa Corinna o a la caza de Botsuana siempre se han tratado con extremo cuidado en la televisión pública. ¿Cómo se tratará la declaración de la infanta Cristina el día que esta tenga lugar si es que no prospera la petición de la fiscalía para que esta no se produzca? ¿Finaliza ese pacto tácito para no agredir la institución monárquica con un escándalo que ha salpicado, por primera vez, a un miembro directo de la Familia Real? Según Carmen Enríquez, “el asunto va para largo”. La respuesta a esas preguntas solo la tiene el tiempo.

Miércoles 3 de abril. La primera edición del Telediario abría con la noticia de la imputación de la infanta Cristina en el ‘caso Noos’. Era inevitable que muchos españoles estuviesen pendientes no solo de la noticia, sino del trato informativo que se le daría a un escándalo que copaba muchas portadas de la prensa internacional. ¿Qué piensan algunos periodistas de ese tratamiento en la televisión pública o de que solo se toque en los informativos de la misma?

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