Es noticia
Menú
La sencilla boda religiosa de Félix de Luxemburgo y Claire Lademacher
  1. Casas Reales
SE CASABAN ESTE SÁBADO EN LA PROVENZA FRANCESA

La sencilla boda religiosa de Félix de Luxemburgo y Claire Lademacher

Por fin llegó el día. La boda religiosa de Félix de Luxemburgo y Claire Lademacher era uno de los acontecimientos más esperados de este fin de semana tras ese pequeño adelanto que significó la ceremonia civil celebrada el pasado martes.

Por fin llegó el día. La boda religiosa de Félix de Luxemburgo y Claire Lademacher era uno de los acontecimientos más esperados de este fin de semana tras ese pequeño adelanto que significó la ceremonia civil celebrada el pasado martes. La basílica de Saint-Marie-Madeleine se convertía en el marco de la confirmación religiosa del matrimonio y de una pareja que, hasta el momento, ha hecho gala de una discreción inalterable. Pierre Casiraghi y Beatrice Borromeo eran de los primeros en llegar a la pequeña iglesia situada en la Provenza francesa. Ella iba vestida con un traje pantalón de color rosa claro y él con el clásico chaqué de caballero, siendo dos de los asistentes más jóvenes al enlace. Poco después iban desfilando otros invitados como el Gran Duque de Luxemburgo, padre del novio, Laurent de Bélgica o la princesa Isabelle de Liechtenstein. Finalmente y ante el clamor popular, llegaban los novios.

Del brazo de su madre, la Gran Duquesa de Luxemburgo, el novio saludaba a las decenas de personas congregadas en las inmediaciones de la iglesia para no perderse un solo detalle de la pompa que tenían ante sus ojos. La duquesa llevaba un vestido de color fucsia con bordados y casi todos los presentes repararon en la baja estatura con respecto a su hijo. La llegada de la novia con sus pajes y damas de honor fue el momento más esperado de todos. Durante los últimos días se había especulado sobre el modelo de Elie Saab que luciría en un día tan especial. Sin embargo, su vestido nupcial ha sobrepasado todas las expectativas. Su estilo años veinte con encaje, coronado por una tiara con motivos florales, ha sido elogiado por la prensa de Luxemburgo por su elegancia y clasicismo.

Durante la misa, tanto los los novios como los 370 invitados fueron testigos de la actuación de la Orquesta de Cámara del conservatorio de la Ciudad de Luxemburgo. Después,salieron eufóricos, cogidos de la mano, ante los vítores de los ciudadanos que se encontraban allí. El sábado por la tardese espera un banquete que tendrá lugar en el convento real de Saint-Maximin. Uno de los detalles que hacen singular esta boda ha sido la lista de bodas de los novios, que han pedido expresamente a sus invitados que los regalos se dirijan a varias organizaciones sociales en las que participan.

Una historia de amor de largo recorrido

Félix y Claire se conocieron en un internado suizo 1999. Sin embargo, su compromiso no se hizo efectivo hasta 2012, cuando la Casa Real anunció que iban a casarse. Nacida en Alemania, la novia pertenece a una de las familias más ricas del país, ya que su padre, Harmut Ledemacher, ha amasado una fortuna cercana a los 600 millones de euros gracias a los negocios en el mundo de la tecnología. Esos negocios y esa fortuna han hecho posibles la educación cosmpolita de Claire, que vivió en Atlanta, en cuya Escuela Internacional estudió, y poco después en el internado Beau Soleil del Collége Alpin. También estudió Comunicación Internacional en París.

La pareja no ha sido muy dada a acudir a actos públicos ni se ha prodigado demasiado en las numerosas ceremonias oficiales a las que suele acudir la realeza europea. Ahora, se han convertido en nuevos protagonistas de un año cargado de bodas reales como la de Andrea Casiraghi y Tatiana Santo Domingo. La de Félix de Luxemburgo y Claire Lademacher, aunque menor según los expertos en realeza, también ha acaparado la atención de los medios europeos.

Por fin llegó el día. La boda religiosa de Félix de Luxemburgo y Claire Lademacher era uno de los acontecimientos más esperados de este fin de semana tras ese pequeño adelanto que significó la ceremonia civil celebrada el pasado martes. La basílica de Saint-Marie-Madeleine se convertía en el marco de la confirmación religiosa del matrimonio y de una pareja que, hasta el momento, ha hecho gala de una discreción inalterable. Pierre Casiraghi y Beatrice Borromeo eran de los primeros en llegar a la pequeña iglesia situada en la Provenza francesa. Ella iba vestida con un traje pantalón de color rosa claro y él con el clásico chaqué de caballero, siendo dos de los asistentes más jóvenes al enlace. Poco después iban desfilando otros invitados como el Gran Duque de Luxemburgo, padre del novio, Laurent de Bélgica o la princesa Isabelle de Liechtenstein. Finalmente y ante el clamor popular, llegaban los novios.

Luxemburgo Casa Real Pierre Casiraghi Matrimonio Iglesia
El redactor recomienda