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La princesa Letizia en Mango: un probador exclusivo y una cuenta de 400 euros
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ACUDIÓ A LA TIENDA DE LA CALLE PRINCESA

La princesa Letizia en Mango: un probador exclusivo y una cuenta de 400 euros

Llegó a la una de la tarde y sesenta minutos después aún seguía en la tienda que la firma Mango tiene en la calle Princesa de

Foto: La princesa de Asturias en una fotografía de archivo con un vestido de Mango. (I.C.)
La princesa de Asturias en una fotografía de archivo con un vestido de Mango. (I.C.)

Llegó a la una de la tarde y sesenta minutos después aún seguía en la tienda que la firma Mango tiene en la calle Princesa de Madrid. Sola, con un discretísimo servicio de seguridad y el Audi aparcado en una calle cercana, porque frente a la tienda resultaba inadecuado. El carril bus no permite que ningún vehículo, ni noble ni plebeyo, permanezca más de lo justo para subir y bajar.

Ocurrió hace unos días. Vestida con un pantalón vaquero, camiseta y una chaqueta muy informal, Letizia habría pasado desapercibida de no haber sido porque hablaba constantemente por el móvil con un tono de voz más fuerte de lo habitual. Risas, carcajadas y muchos “vale” salpicaban la conversación con su interlocutor. Los testigos que se percataron de su presencia la vieron relajada y sonriente, muy en la línea de sus últimas apariciones públicas.

Paseaba, charlaba e iba recogiendo prendas de todo tipo, salvo vestidos y diseños de fiesta, que esos llevan siempre la firma de Varela, su modisto de cabecera. Mientras que Mango mantiene absoluta discreción y salvo que se identifique algún modelo no da información, con Varela ocurre lo contrario. Muchos de los diseños de gala que viste la Princesa se pueden ver posteriormente en los escaparates de su tienda en otros colores, aunque también es cierto que el diseñador resulta hermético a la hora de hacer declaraciones o conceder entrevistas sobre su clienta real.

La princesa eligió pantalones pitillo en varios colores, jerséis de pico en negro, rojo y azul, camisetas, blusas, chaquetas de punto y un cinturón de anillas en color dorado. Con todo el material se fue a un probador diferente al del resto de los clientes, situado en la planta superior. Una vez que se probó las prendas, se llevó la mayoría de ellas. Letizia pagó unos cuatrocientos euros por todo. Se despidió de las vendedoras, a las que trata con frecuencia, y se fue a la calle a comer pipas. En este sentido, hay que agradecer a la Princesa que las haya revalorizado.

Llegó a la una de la tarde y sesenta minutos después aún seguía en la tienda que la firma Mango tiene en la calle Princesa de Madrid. Sola, con un discretísimo servicio de seguridad y el Audi aparcado en una calle cercana, porque frente a la tienda resultaba inadecuado. El carril bus no permite que ningún vehículo, ni noble ni plebeyo, permanezca más de lo justo para subir y bajar.

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