Es noticia
Menú
Los duques de Palma, aislados del poder político en la boda del hijo de Lara
  1. Casas Reales
URDANGARIN FUE EL INVITADO SORPRESA

Los duques de Palma, aislados del poder político en la boda del hijo de Lara

Unidos, guardando discreción y alejados de los políticos. Así es como se mantuvieron los duques de Palma en la multitudinaria boda de este sábado

Unidos, guardando discreción y alejados de los políticos asistentes. Así es como se mantuvieron los duques de Palma, que no se separaron durante el tiempo que permanecieron en el salón del pabellón de Italia donde se celebró, este sábado, el convite nupcial de Anna Bufrau y Pablo Lara, hijo del presidente del grupo Planeta. Antes de la imputación por el Caso Noos y de que el Rey decidiera apartar a Urdangarín de todos los actos institucionales, la pareja funcionaba por separado y charlaban con la mayoría de los invitados cuando se trataba de acudir a reuniones tanto públicas como privadas. Mientras que la infanta siempre ha ejercido el cargo y era más distante, Urdangarín solía ejercer más campechano y cercano. Ahora, esa forma de comportarse ha desaparecido y así lo pudieron constatar muchas de las amistades de la familia Lara Bufrau, que compartieron con ellos el coctel, la cena y el baile. Para evitar abucheos y pitadas, los duques no acudieron a la iglesia de Santa María del Mar en la que el cardenal Cañizares ofició la ceremonia religiosa. La liturgia emocionó al nuevomatrimonio y a los invitados e incluyó momentos emotivos cuando el coro entonó la Salve Rociera. La razón de la elección musical reside en la madre del novio, Consuelo García Prinz, que es sevillana y toda la familia tiene gran arraigo en Andalucía.

Los duques prefirieron no hacer el paseíllo previo al enlace y, en cambio, sí se dejaron ver en la fiesta. “Te los encontrabas nada más entrar, juntos y pendientes de las reacciones de la gente. Hubo invitados que pasaron de saludarlos, no por falta de educación sino porque les parecía una provocación la presencia de Urdangarín”, explicaban a Vanitatis algunos de los testigos. La presencia de la infanta, sin embargo, fue aceptada de buen grado, ya que se esperaba que acudiese al enlace.

La relación de José Manuel Lara con la Familia Real es muy directa y, aún más, con la infanta desde que se fue a vivir a Barcelona nada más terminar sus estudios universitarios. Por tanto, la invitación parecía comprensible más allá de las connotaciones judiciales por las que atraviesa el yerno real. Los asistentes contemplaron inoportuna la presencia del duque e incluso la llegaron a calificar de “desafío”, recordando al juez Castro, los informes de Hacienda y la instrucción del Caso Nóos. Muchos se esos invitados representaban al poder con mayúsculas con nombres como los de Mariano Rajoy, Soraya Sáenz de Santamaría, Ana Pastor, María Teresa Fernández de la Vega, Jordi Puyol y otros muchos miembros de la esfera política, económica y social.

La infanta y su marido se mantuvieron al margen del grueso del poder salvo cuando se sentaron a cenar, ya que compartieron mesa con el presidente de la Generalitat, Artur Más y su mujer, la Ministra de Fomento, Ana Pastor, y directivos de La Razón.

Cuando entraron los novios en el salón bailando al ritmo de música disco, acompañados de las palmas de los setecientos invitados, Urdangarín y la Infanta también se sumaron a los aplausos. Una vez que los novios se instalaron en la mesa principal comenzó una cena que consistió en alcachofas frescas en molde con techo de calamares y gambas, solomillo en salsa de boletus y mousse de chocolate. Hubo corte de pastel de boda y baile hasta la madrugada, momento en el que los duques de Palma iniciaron la retirada, no sin antes asombrar a los invitados que jamás hubiesen esperado ver allí al imputado en el caso Nóos.

Unidos, guardando discreción y alejados de los políticos asistentes. Así es como se mantuvieron los duques de Palma, que no se separaron durante el tiempo que permanecieron en el salón del pabellón de Italia donde se celebró, este sábado, el convite nupcial de Anna Bufrau y Pablo Lara, hijo del presidente del grupo Planeta. Antes de la imputación por el Caso Noos y de que el Rey decidiera apartar a Urdangarín de todos los actos institucionales, la pareja funcionaba por separado y charlaban con la mayoría de los invitados cuando se trataba de acudir a reuniones tanto públicas como privadas. Mientras que la infanta siempre ha ejercido el cargo y era más distante, Urdangarín solía ejercer más campechano y cercano. Ahora, esa forma de comportarse ha desaparecido y así lo pudieron constatar muchas de las amistades de la familia Lara Bufrau, que compartieron con ellos el coctel, la cena y el baile. Para evitar abucheos y pitadas, los duques no acudieron a la iglesia de Santa María del Mar en la que el cardenal Cañizares ofició la ceremonia religiosa. La liturgia emocionó al nuevomatrimonio y a los invitados e incluyó momentos emotivos cuando el coro entonó la Salve Rociera. La razón de la elección musical reside en la madre del novio, Consuelo García Prinz, que es sevillana y toda la familia tiene gran arraigo en Andalucía.

Ana Pastor Matrimonio Grupo Planeta Caso Nóos Familia Mariano Rajoy Iñaki Urdangarin Infanta Cristina
El redactor recomienda