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Las profesiones liberales de los 'consortes'
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YA SON TRES LAS MUJERES PERIODISTAS

Las profesiones liberales de los 'consortes'

A pesar de que la tradición sigue imperando en las monarquías europeas, poco a poco la realidad se va imponiendo en una institución que se ha visto obligada, en los últimos años, a alejarse de los usos y costumbres de épocas anteriores

Foto: Letizia en una fotografía de archivo. (I.C.)
Letizia en una fotografía de archivo. (I.C.)

A pesar de que la tradición sigue imperando en las monarquías europeas, poco a poco la realidad se va imponiendo en una institución que se ha visto obligada, en los últimos años, a alejarse de los usos y costumbres de épocas anteriores. Una de estas tradiciones que han modificado es la relativa al origen familiar de los cónyuges, sobre todo los de los herederos. Aquello de que había que casarse con alguien de sangre 'azul' ha pasado a la historia.

La monarquía española fue una adelantada en 2003, cuando la Casa Real anunció el compromiso del príncipe Felipe con Letizia Ortiz, por aquel entonces rostro de los informativos de TVE junto a Alfredo Urdaci. Sin embargo, varias han sido las monarquías que han seguido los pasos de la española con acierto popular optando por personas que nada tienen que ver con las familias reales y la nobleza y que se caracterizan por ser independientes gracias a sus puestos de trabajo en sectores de lo más diverso.

La princesa Victoria de Suecia fue, quizá, uno de los primeros miembros herederos en romper con la tradición y contraer matrimonio con su entrenador personal, Daniel Westling, con el que se casó el 19 de junio de 2010. El resto de herederos también han elegido en los últimos años parejas que poco saben de protocolo. Una economista, una nadadora olímpica, licenciadas en Derecho y Comercio y en Historia del Arte y una camarera y stripper, son algunos ejemplos de profesiones de los herederos y herederas consortes. Sin embargo, hay una que destaca entre las princesas europeas, accedan o no al trono, el periodismo. Además de Letizia, que fue la primera periodista en pertenecer a una Familia Real, este fin de semana se ha unido la italiana Elisabetta Maria Rosboch von Wolkenstein, que contraerá matrimonio con el príncipe Amadeo de Bélgica, sobrino de los reyes Felipe y Matilde, el próximo mes de julio.

placeholder Elisabetta Maria Rosboch von Wolkenstein y príncipe Amadeo de Bélgica,

La pareja se mantendrá lejos de los focos de la prensa europea por tener fijada su residencia en Nueva York, donde ella, de 26 años, trabaja para la agencia Bloomberg Muse, y él, que cumplirá 28 el próximo viernes, ha retomado sus estudios en la Universidad de Columbia después de trabajar durante un tiempo en la consultora Deloitte. Sin embargo, esta joven poco tiene que ver con aquella Letizia segura de sí misma que llegó del brazo de su futuro marido vestida con un traje chaqueta color blanco de Armani el 6 de noviembre de 2003. Lili Rosboch no tiene tanta relación con el periodismo como sí tenía nuestra princesa de Asturias, sobre todo por el lado paterno. La italiana no está licenciada en periodismo aunque ejerza como tal. Criada en Roma, en 2006 se trasladó a Londres para estudiar literatura y cine. Más tarde, y ya interesada por el mundo del arte en general -sobre todo influida por su padre, el cineasta Nobile Ettore Rosboch von Wolkestein–, realizó prácticas en la sección de cultura de Bloomberg, curiosamente la misma agencia para la que trabajó doña Letizia antes de casarse con el heredero, hasta la actualidad, donde es experta en la actualidad del mundo artísitico y cultural de la Gran Manzana.

Sin embargo, esta no es la única diferencia con nuestra princesa. Elisabetta pertenece a la aristocracia italiana al igual que Beatrice Borromeo, otra ‘princesa’ europea, emparentada con los Médici, y que llegó del glamour monegasco al mundo del periodismo. Novia de Pierre Casiraghi, el hijo pequeño de Carolina de Mónaco, desde 2008, Beatrice despuntó el pasado mes de septiembre en la boda de Félix de Luxemburgo y Claire Lademacher por su original tocado negro. Sin embargo, su nombre ya sonó con fuerza en meses anteriores al convertirse en el azote de Berlusconi en Italia, su país natal. “Trata a las mujeres como si fueran muñecas hinchables. Es increíble que millones de personas todavía no vean el caimán escondido detrás de payaso”, escribió Beatrice Borromeo en el diario Il Fatto Quotidiano, el tercer medio más leído en el país.

Licenciada en Derecho y Economía y con un máster en Periodismo y Ciencias Políticas en su haber, Beatrice no sólo es una cara bonita y la ‘novia de’. Esta joven de 28 años ha llegado a ser considerada una de las periodistas políticas más audaces de Italia, lo que le llevó a convertirse en un incómodo obstáculo para Berlusconi, quien la nombró persona non grata en las altas esferas. Incluso, llegó a demandarla por unas duras críticas en las que tachó al exprimer ministro de “enfermo”, de “estar rodeado continuamente de prostitutas” y “de buscar veinteañeras con las que mantener relaciones”.

El dinero, otra realidad ‘hiriente’

La realidad tiene demasiadas aristas que muchos ‘royals’ parecen no aceptar. Tras dejar el trono, varios han sido los monarcas que han visto en su abdicación una manera de ver mermados sus ingresos económicos, insuficientes para algunos. Este es el caso de Alberto de Bélgica, que abdicó el pasado julio, y que ha manifestado en varias ocasiones su desacuerdo con la bajada de sueldo, de los 11,5 millones de euros que cobraba como Rey a 923.000 euros, una cifra que, según parece, la pone en dificultades. Una bajada a los ‘infiernos’ desde el pedestal del lujo que le ha hecho sentirse “muy deprimido” según revelan varios medios belgas.

Como castigo por evadir impuestos a través de su fundación Fons Pereos, el Gobierno belga ha disminuido en dos tercios la asignación presupuestaria que se le concedía la reina viuda Fabiola de Bélgica, que ha pasado de percibir 1,4 millones de euros anuales a 460.000 euros, cantidad que le ha obligado a despedir a la mitad de su corte.

placeholder Alberto y Fabiola de Bélgica junto al resto de su familia. (I.C.)

Otros antiguos reyes, como la princesa Beatriz de Holanda, tendrán que conformarse con una dotación económica muy inferior a la que tenían en el pasado. La madre del actual rey de los Países Bajos además de ver reducida la cantidad que percibe anualmente se ha trasladado a vivir al castillo de Drakensteyn para dejar vía libre a los actuales monarcas, que aún no han dejado su residencia en Wasenaar para vivir de forma definitiva en el palacio Huis ten Bosch, residencia principal de la Familia Real desde 1981.

A pesar de que la tradición sigue imperando en las monarquías europeas, poco a poco la realidad se va imponiendo en una institución que se ha visto obligada, en los últimos años, a alejarse de los usos y costumbres de épocas anteriores. Una de estas tradiciones que han modificado es la relativa al origen familiar de los cónyuges, sobre todo los de los herederos. Aquello de que había que casarse con alguien de sangre 'azul' ha pasado a la historia.

Pierre Casiraghi Luxemburgo
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