Zarzuela busca el 'topo' que filtra los movimientos de los Urdangarin y la Princesa

Las filtraciones se han convertido en uno de las grandes preocupaciones en el entorno directo de la Casa Real. Encontrar la fuente o fuentes distribuidoras de noticias no oficiales que ponen al descubierto determinadas actuaciones de los miembros de la Primera Familia es un asunto que inquieta en Zarzuela. Desde que se destapó el caso Nóos, con la imputación del duque primero y el de la infanta después, las gargantas profundas han proliferado. Si antes la materia reservada no traspasaba los círculos de seguridad, ahora parece que todo está a la vista. Se conocen los movimientos de Iñaki Urdangarin tanto cuando vivía en Barcelona como ahora en Ginebra. Se sabe de los desplazamientos de la duquesa de Palma que no tienen justificación y que después hay que argumentar y relacionar con su trabajo en La Caixa.

Una de las últimas filtraciones tiene que ver precisamente con su comparecencia ante el juez Castro. El reportaje publicado en Interviu deja al descubierto un documento confidencial de cinco páginas firmado por el fiscal Pedro Horrach donde plasma la estrategia que deben seguir “el Gobierno, los abogados de Cristina y la Casa Real para dejar libre a la hija del Rey”, según escriben los periodistas Rendueles y Montero. La respuesta por parte de Zarzuela es escueta: “No hemos recibido ninguna recomendación de nadie ni ningún informe. Por lo tanto, no tenemos nada que decir. Si existen esos documentos, que se hable con la fiscalía”.

Hace unos años la impermeabilidad era absoluta. Ahora ya no y de ahí la preocupación en palacio por encontrar los topos que pasan datos no siempre fiables y en ocasiones tóxicos. Este punto es quizá el que más preocupa porque se trataría de buscar a la fuente entre las personas que frecuentan el círculo familiar, laboral y amistoso de algún miembro de la familia Borbón. En el caso de la Princesa, las informaciones sobre su vida no oficial que trasciende la molestan sobremanera; y por supuesto que se sepan sus idas y venidas lúdicas y comerciales en solitario. En este caso, casi siempre que queda con su grupo de amigos se descubren esa salidas y aunque en muchas ocasiones los escoltas impiden que se plasmen esos momentos, no por ello (porque no haya pruebas gráficas) no dejan de existir. Así sucedió en la cabalgata de Reyes, donde no se llegó a entender qué razones había por parte del heredero y su mujer para no permitir que les fotografiasen. Se rumoreó que el impedimento era la presencia de Telma y su marido Jaime del Burgo, pero ninguno de los dos estaba presente esa tarde. Lo mismo con su paseo por Tirso de Molina, en Mango o en Decathlon.