Máxima y Guillermo, anfitriones de los Reyes de Suecia

Una visita a Amsterdam de dos días ha servido para escenificar una reunión muy especial: la de los Reyes Carlos Gustavo y Silvia de Suecia al lado de los reyes de Holanda, ilustrada a través de unas fotografías en las que se les puede ver alrededor de una mesa redonda, con las dos reinas en primer término. El motivo de la visita de los reyes suecos a Holanda es el 400 aniversario de un tratado que ambos países firmaron en 1614 y que ha llevado a otros mandatarios y miembros de la monarquía a viajar al país vecino en estos días.

Carlos Gustavo y Silvia llegaban a Holanda este viernes por la tarde e, inmediatamente, acudieron a una reunión con los monarcas que tuvo lugar en el Palacio Real de Amsterdam. Ante miles de ciudadanos, los reyes saludaron al pueblo. Como viene siendo habitual, muchos holandeses concentrados a las puertas del Palacio comentaron el vestuario de Máxima, que llevaba una chaqueta de color gris plata y un curioso tocado con doble capa, además de una pulsera a juego. La reina sueca vestía un elegante traje chaqueta de color rojo y un tocado y zapatos de color negro.

Las dos reinas protagonizaron algunos de los momentos más emotivos del día al visitar una residencia para personas con demencia senirl en Hogeweyk. Los ancianos del lugar las saludaron efusivamente, y ellas no dudaron un momento a la hora de mostrar su lado más tierno a los residentes. También hubo tiempo para que, algo más tarde y junto a sus respectivos maridos, las reinas visitasen, con otro vestuario, el Museo Nacional de Amsterdam, donde contemplaron numerosas obras de arte, fundamentalmente del barroco holandés, del que Silvia de Suecia es una gran admiradora.

Llegada la noche, y tras recorrer las calles de Amsterdam, hubo un banquete en el Palacio Real en el que las dos familias lucieron sus mejores galas y Carlos Gustavo dio las gracias por el trato que habían recibido al llegar al país, que no visitaban desde hacía más de cinco años. En tan especial cena, los hombres lucieron trajes con bandas condecorativas y tanto Máxima, como la reina Beatriz, también presente, y Silvia de Suecia, trajes largos. Mientras que la primera optó por un color tierra, la reina Silvia volvió a apostar por el rojo y la reina Beatriz por el gris. Un acto elegante que dio a muchos súbditos la oportunidad de ver unidas a dos de las familias reales más importantes de Europa.