Letizia, la única de la familia Ortiz Rocasolano que encontró a su príncipe

No hay que remontarse mucho en el tiempo ni en los antepasados de la familia Ortiz Rocasolano para encontrar una buena amalgama de estados civiles que convierten una relación estable en una ruptura o en una boda que no llega ni tan siquiera a susegundo aniversario.

Precisamente esto último ha ocurrido con el matrimonio de Telma Ortiz y Jaime del Burgo, que han decidido, de mutuo acuerdo, divorciarse después de darse el ‘sí, quiero’ en el monasterio navarro de Leyreen mayo de 2012, sólo dos meses después de que el destino cruzara sus caminos. Con los papeles ya firmados desde el mes de marzo entre ellos sólo queda el expreso deseo de anular su matrimonio canónico. No obstante, este no es el único fracaso amoroso de Telma.

Una de las personas más importantes de su vida fueel abogadoEnrique Martín-Llop,aunque nunca llegó a casarse con él.El padre de su única hija, Amanda, nunca se acostumbró a ser el cuñado de una princesa y puso fin a su relación en mayo de 2010 al no soportar la presión de los medios cinco años después de conocerse en Manila, donde ambos trabajaban como cooperantes de la Cruz Roja. Desde entonces, la vida amorosa de Telma ha estado llena de idas y venidas que han nutrido su historial de supuestas relaciones con nombres como Ignasi Cardelús, su jefe en el Ayuntamiento de Barcelona, Miguel Ángel Márquez, administrador de la fundación del Hospital Clinic, y el expiloto de Fórmula 1 Marc Gené. En resumidas cuentas, desde su salto a las portadas, Telma se ha casado una vez, se ha divorciado otra y ha tenido varias relaciones fallidas.

Los padres de las hermanas Ortiz también han pasado por varios estados civiles, del matrimonio al divorcio y, de nuevo, al matrimonio. Este es el caso de Jesús Ortiz, que después de separarse de Paloma Rocasolano volvió a casarse conAna Togores, pero esta vez por lo civil, en marzo de 2006 en Somosaguas (Madrid). La madre de la princesa de Asturias no ha tenido relación conocida desde que se separa hace ya más de dos décadas.

Quien tampoco tuvo suerte en el amor fue Érika Ortiz. Aunque los medios de comunicación siempre crearon una imagen ficticia de mujer casada, jamás pasó por el altar con Antonio Vigo, padre de su hija Carla, y a quien conoció en la facultad de Bellas Artes. Tras varios problemas profesionales, ninguno encontró trabajo después de ser padres y su idea de montar un hotel rural en Asturias se difuminó.

En 2003, y cuando Casa Real anunció el compromiso del príncipe de Asturias, Érika aparecía en público con Antonio antes de la boda 'real',a la que acudió de su brazo con un modelo de color rojo de Felipe Varela. Poco después, él se trasladó a Uruguay a trabajar y ella se quedó en España, a la espera de un trabajo que llegó de la mano de la productora Globomedia. En febrero de 2007, la vida daba un duro golpe a los Ortiz Rocasolano. Érika aparecía muerta, a los 31 años, en su domicilio del barrio madrileño de Vicálvaro.

Aunque si hablamos de matrimonios fugaces, Letizia gana la partida a su hermana Telma. Sólo un año y medio después de casarse por lo civil en 1998 con el periodista y profesor de literatura Alfonso Guerrero en Almendralejo (Extremadura), la princesa se divorció. Seis años después, Letizia diría adiós a su carrera profesional para aspirar a algo más, ser la futura reina de España al lado de un príncipe. Aunque esta vez no es azul.