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Eugenia de York, la princesa británica de la Gran Manzana
  1. Casas Reales
trabaja para una prestigiosa firma de subastas

Eugenia de York, la princesa británica de la Gran Manzana

La vida de la joven dista mucho de la de su madre, que causó más de un mal trago a los Windor. Ella aboga por el arte y es una de las 'it' girls de la ciudad

Foto: La princesa, paseando por las calles de Nueva York (Gtres)
La princesa, paseando por las calles de Nueva York (Gtres)

La vida de Eugenia de York dista mucho de la de su madre, que causó más de un mal trago a los Windor. Su hija, sin embargo, aboga por el arte. Esta semana salían a la luz unas fotografías de ella haciendo footing por Nueva York, la ciudad de los rascacielos en la que se mueve ya como pez en el agua desde que se trasladase allí en octubre de 2013. La hija de la famosa duquesa de York, Sarah Ferguson, y de Andrés de Inglaterra, se ha visto beneficiada por su trabajo en la galería de arte de la firma Paddle 8, que le permite vivir en Estados Unidos. Su sueldo no es muy boyante para alguien de la familia real británica, ya que cobra alrededor de 1500 euros mensuales. Sin embargo, parece que le basta para hacer y deshacer a su gusto y vestir como una auténtica ‘it girl’.

La joven estudió Historia del Arte en Newcastle y siempre tuvo claro que saldría del Reino Unido para desarrollarse como profesional. Antes, trabajó como becaria en la casa Christie’s, experiencia que le dejó más claro que la ciudad de los rascacielos era el lugar donde debía estar como profesional. Tales eran las ganas por irse a Nueva York que con su novio, jack Brooksbank, mantiene una relación a través de Skype.

Hace poco, el pasado 23 de marzo, Eugenia cumplía 24 años y parece que está siendo considerada una de las chicas más populares del barrio neoyorkino en el que vive. La cuarta nieta de Isabel II se mueve como pez en el agua entre sus amistades neoyorkinas, aunque no descuida, ni mucho menos, sus obligaciones en el trabajo. Nadie esperaba que se convirtiese en la más popular de los hijos de Sarah y Andrés. Su salud, cuando no era más que una niña, se vio resentida a causa de una importante operación en la columna vertebral. El motivo, una escoliosis, una desviación de la columna vertebral que podría haberla perjudicado de por vida.

Entre Agnes Gund y la diseñadora Carolina Herrera (Gtres)

Rodeada de la alta sociedad neoyorkina

Ahora, su trabajo en Paddle 8 la mantiene ocupada, aunque de vez en cuando tenga tiempo de salir a hacer footing en su barrio. Los paparazzi norteamericanos se están haciendo de oro a la hora de fotografiarla por las calles de la ciudad, ya que no es extraño verla llevando sombreros y portándose como una auténtica neoyorkina. Su integración también favorecía, hace tan solo unos meses, que su hermana Beatriz acudiese a una fiesta en la ciudad junto a ella. Las dos sorprendieron por su cercanía en la gala benéfica que se celebró en el invernadero Duggal de Clinton Hill. La prensa no dejó de comentar el atrevido y oscuro color de los labios de la princesa, que esa noche apostó por un color naranja oscuro mientras su hermana lucía un atuendo mucho más convencional.

Sin embargo, no parece que los paseos de Eugenia por la Gran Manzana vayan a ser muy largos, ya que tiene planes de regresar a Reino Unido para establecer su propia oficina de Paddle 8 junto a su jefe Alexander Gilkes, cuya amistad le ayudó a la hora de conseguir su actual trabajo. De ese modo, la prensa yankee se perderá uno de esos ‘royals’ que pasen por sus calles y que tanta admiración despiertan en un pueblo que no sabe de monarquías.

La vida de Eugenia de York dista mucho de la de su madre, que causó más de un mal trago a los Windor. Su hija, sin embargo, aboga por el arte. Esta semana salían a la luz unas fotografías de ella haciendo footing por Nueva York, la ciudad de los rascacielos en la que se mueve ya como pez en el agua desde que se trasladase allí en octubre de 2013. La hija de la famosa duquesa de York, Sarah Ferguson, y de Andrés de Inglaterra, se ha visto beneficiada por su trabajo en la galería de arte de la firma Paddle 8, que le permite vivir en Estados Unidos. Su sueldo no es muy boyante para alguien de la familia real británica, ya que cobra alrededor de 1500 euros mensuales. Sin embargo, parece que le basta para hacer y deshacer a su gusto y vestir como una auténtica ‘it girl’.

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