Los reyes mantienen sus 'escapadas cinéfilas' en el centro de Madrid

Unos reyes de película. La afición al séptimo arte de Felipe VI y la reina Letizia era de sobra conocida cuando eran príncipes de Asturias. Ahora que son reyes, parece que las cosas no han cambiado, a juzgar por su última visita a las salas este fin de semana. Ocurría en los cines Ideal de la madrileña plaza Jacinto Benavente. Los espectadores que veían el drama Dos vidas, dirigido por el alemán Georg Maas, no podían imaginar que, una vez que la sala estaba a oscuras y la película a punto de empezar, dos de las siluetas que les acompañaban eran las de los reyes de España.

Los reyes entraron a la sesión de las 22 horas y cuando las luces ya estaban apagadas, intentando pasar totalmente desapercibidos. No lo consiguieron, ya que los asistentes al pase se percataron enseguida de su presencia. La película que despertó el interés de los recién estrenados monarcas, un drama protagonizado por una ‘niña de la guerra’ que vivió en la Alemania del este tras la Segunda Guerra Mundial y que posteriormente se traslada a vivir con su familia a Noruega, demuestra la querencia de ambos por el cine de autor y en versión original. Pocas son las ocasiones en las que se les ha visto contemplar superproducciones hollywodienses.

Antes de la sesión cinematográfica, Felipe VI y doña Letizia compartieron una cena en una de las pequeñas tabernas situadas en la plaza Tirso de Molina, que se encuentra cerca de las salas de cine. La zona, situada en pleno centro de Madrid, comparte protagonismo en cuanto a las preferencias de los reyes, que también han acudido con cierta regularidad a los cines de la calle Martín de los Heros o a la popularmente conocida como plaza de los Cubos, donde se encuentran cines como los Renoir Princesa o los Golem, en los que también se ofrece un tipo de cine alternativo que no suele tener cabida en los multicines. Las únicas ocasiones en las que se permiten una producción comercial es cuando acuden con las niñas, como ocurrió el viernes 4 de julio, día en el que la reina Letizia llevó a la Princesa de Asturias y a la infanta Sofía a ver la nueva película de Disney, Campanilla, hadas y piratas, al centro comercial Príncipe Pío.

Esta nueva salida demuestra que los nuevos soberanos buscan romper ciertas reglas y seguir disfrutando de salidas de fin de semana como el más común de los mortales. Esta misma semana, el rey se iba a cenar con sus amigos a un restaurante de Chueca. A la salida, se producía un pequeño altercado entre los guardaespaldas del monarca y dos reporteros, que trataban de fotografiarle. Durante el altercado, uno de los guardaespaldas prodigó varios insultos a una periodista a quien llamó “idiota” mientras intentaba quitarle el móvil.

Un ritmo imparable desde que se convirtieron en reyes

Hace casi un mes que los reyes fueron proclamados como tal y, desde entonces, no han parado ni un minuto. Su primer acto, dos días después de la proclamación, tuvo lugar apoyando a las víctimas del terrorismo. El lunes siguiente volaban hacia el Vaticano para encontrarse con el papa Francisco I. Después, tocaba el turno de visitar Portugal.

Además, casi a acto por día, los reyes han estado en la entrega de los Reales Despachos de Empleo en la Academia del Aire de León, en un acto que conmemoraba el 150 aniversario de la Cruz Roja, en una entrega de Premios de Innovación y Diseño en Valladolid y en una entrega de becas y ayudas de la Fundación Iberdrola. Su actividad imparable no ha sido óbice para que renuncien a uno de sus grandes placeres: el séptimo arte. Y si es en versión original y viendo películas con sabor ‘indie’, mejor que mejor.