Felipe y Letizia reinan en Oviedo cantando el "Asturias patria querida"

A las 19:30en punto, justo a la hora prevista, Don Felipe y Doña Letizia llegaban a las puertas del Auditorio Príncipe Felipe de Oviedo para presenciar elconcierto que se celebra anualmente con motivo de los Premios Príncipe de Asturias. Alrededor de 200 personas les esperaban en la calle. En cuanto vieron a los nuevos monarcas, los ciudadanos les aclamaron con vítores como "¡Vivan los Reyes!"o "¡Guapos!", gritos que no llegaron a escucharse mucho ya que los tapaba el sonido de las gaitas de una banda de músicos regionales.

Cogidos de la mano, Don Felipe y Doña Letizia hicieron su entrada en el recinto, saludaron a las autoridades y posaron para los medios. Al acceder ala sala donde se celebraba el concierto, todo el público congregado se levantóde sus sillones para darles la bienvenida con un aplauso que duró más de un minuto, gesto que los Reyes agradecieron con una enorme sonrisa. Los aplausos no terminaron hasta que sonó el himno de España.

El recital corrió a cargo de la Orquestra Sinfónica del principado de Asturias y del Coro de la Fundación Príncipe de Asturias que interpretaron el Réquiem en Re menor de Mozart bajo la dirección Rossen Milanov.Al finalizar, sonó el himno de Asturias.Fue entonces cuando se vio aDon Felipe y Doña Letizia tarear el “Asturias patria querida, Asturias de mis amores”.

Trasel acto, los encargados de seguridad montaron, de forma improvisada, un paseíllo por el que los Reyes pasaron saludando uno por uno a los asistentes. La más aclamada fue Doña Letizia,ya quetodos querían darle la mano. Mientras la esposa de Felipe VI saludabaa un bando, unas mujeres le gritaron “¡Letizia, ven aquí!”. La Reina se giró y se disculpó con ellas por prestarsólo atención a un lado. Tras terminar de saludaral público, los Reyes se desplazaron hasta el Hotel de la Reconquista para cenar privadamente con el patronato de la Fundación Príncipe de Asturias.

Para la ocasión, la Reina repitió un vestido de Felipe Varela confeccionado en seda strecht negra con bordado art decó sobre tul negro en escote delantero y espalda. Se trata de una prenda que la esposa de Don Felipe estrenó en una cena ofrecida a otros mandatarios participantes en la ONUdurante su estancia en Nueva York. Lo combinó con unos nuevos salones de Magrit y una cartera de mano a juego. Como joyas, Doña Letizia lució unos pendientes florales de diamantes que no le habíamos visto antes.