El espíritu navideño no llega a La Zarzuela

La Navidad no es sinónimo de cercanía para los Reyes Felipe y Letizia. Mientras otras casas reales europeas felicitan durante estas fechas a su pueblo y muestran su lado más familiar y cercano, en nuestro país los monarcas han optado por continuar protegiendo aún más si cabe su intimidad.

Sin rastro de ellos fuera de los actos oficiales, la única imagen que ha trascendido de la familia junta estos días es la que han enviado el pasado 18 de diciembre como felicitación de Navidad. Y aún así, en ella no hubo novedad alguna, ya que los soberanos tiraron de archivo y escogieron una fotografía del día de la proclamación que ya ha sido utilizada en varias ocasiones por los medios de comunicación para ilustrar ese histórico momento.

Mientras que el resto de familias reales se ha dejado ver unidos y en público durante estos días, Don Felipe y Doña Letizia continúan haciendo gala de ese hermetismo del que ya hacían uso durante su etapa como príncipes de Asturias y ni tan siquiera aparecen junto al Rey Juan Carlos y la Reina Sofía, los otros dos miembros de la reducida familia real española a la que ya no pertenece la infanta Cristina y, por extensión y como daño colateral, doña Elena.

Si bien la casa real sueca ha mostrado cómo la princesa Estele decora el árbol de Navidad de la residencia de la heredera al trono o Felipe y Matilde de Bélgica aparecieron en el tradicional concierto navideño celebrado en el Palacio Real de Bruselas junto a sus cuatro hijos –Elisabeth, Gabriel, Emanuelle y Eleonore–, la monarquía española no ha movido ficha. De hecho, los cuatro miembros de la familia no aparecen juntos y en público desde hace casi dos meses y medio, algo que se creía no iba a suceder con el cambio de título de Don Felipe y Doña Letizia. De continuar por esta línea, no se volverá a ver a la princesa de Asturias y a la infanta Sofía hasta la próxima misa de Pascua.

Vacaciones 'transparentes'

Sin apenas noticias de lo que ocurre dentro del palacio de La Zarzuela durante estas fechas, la posible escapada de los Reyes y sus hijas es toda una incógnita, algo que contrasta con las vacaciones navideñas de sus homólogos europeos y que pone en evidencia la ‘ruptura’ que existe en el seno de una familia que lleva varios años sin mostrar ni un solo signo de unidad.

El ejemplo más claro es el de los reyes Guillermo y Máxima de Holanda, que han cambiado el frío invierno del hemisferio norte por el calor de Argentina. El motivo principal de este viaje no es otro con el delicado estado de salud del padre de la soberana, que a mediados del pasado mes de noviembre tuvo que ser ingresado debido a las complicaciones de la leucemia que padece.

Quienes también están de vacaciones son Felipe y Matilde de Bélgica. En Indonesia desde el pasado sábado y en compañía de sus hijos, este viaje ha levantado ampollas entre los belgas debido a que, tal y como contó Vanitatis, la familia ha volado hasta el país asiático en un avión militar del Ejército cuyos gastos se cargan al Ministerio de Defensa.

Embarazada de casi seis meses, Kate Middleton no está para viajes. Sin embargo, la duquesa de Cambridge y el príncipe Guillermo se han prodigado en público en los últimos días. La última vez, este jueves en la tradicional misa de Navidad en la iglesia de Sandringham, localidad en la que la reina Isabel II y el duque de Edimburgo pasan sus vacaciones de Navidad desde hace décadas.

Donde la felicidad y el espíritu navideño han llegado por partida doble es en el Principado de Mónaco. Coincidiendo con la Nochebuena, la princesa Charlène abandonaba el hospital donde el pasado día 11 nacieron los mellizos Jacques y Gabrielle para unirse a la cena que el príncipe Alberto organizó en el Palacio del Príncipe de Mónaco y al que asistieron los Grimaldi al completo. De hecho, quisieron regalar a su pueblo las primeras imágenes de los mellizos y colgaron en Facebook unas fotografías que se hicieron en el hospital. "Un bonito regalo de Navidad para los monegascos, los amigos del Principado y de su familia soberana", indica el palacio monegasco para introducir las siete instantáneas.

El mismo esquema se ha seguido en la casa real sueca, donde esta Navidad la celebración es doble debido al anuncio del embarazo de la princesa Magdalena. En el Palacio de Estocolmo, residencia oficial de los reyes Carlos Gustavo y Silvia de Suecia, los tres hijos de los soberanos, sus maridos, sus hijos y la prometida del príncipe Carlos Felipe, Sofia Hellqvist, han compartido mesa y mantel.

Sin embargo, la familia real que ha ofrecido una mayor imagen de unidad es la danesa, que ha felicitado este viernes la Navidad con una fotografía en la que aparecen varias generaciones reunidas bajo el tradicional árbol de Navidad. En total 38 miembros que contrastan, y mucho, con los cuatro que aparecen en la felicitación que la semana pasada enviaron los Reyes de España.