La prensa lusa afirma que Alberto II y Charlène de Mónaco viven separados

Esta semana, la revista Caras publica en exclusiva varias imágenes de la princesa Charlène en una lujosa residencia del sur de Francia. Según cuenta el magacín, la soberana de Mónaco vive en esta casa situada frente al mar Mediterráneo junto a sus mellizos desde hace más o menos dos meses, mientras que su marido, Alberto II, sigue residiendo en el palacio de Montecarlo. En dichas fotografías puede verse a una Charlène con rostro triste paseando por los jardines de su nuevo hogar mientras que dos niñeras asiáticas cuidan de sus hijos, Jacques y Gabriella.

De acuerdo con las informaciones, Charlène tendría pensado quedarse permanentemente en esta residencia y tan solo viajaría al principado para cubrir los actos oficiales que tenga en su agenda institucional. Así pues, si Alberto II quiere disfrutar de sus mellizos, tendrá que ser él quien se desplace hasta el sur de Francia para verlos. El próximo viaje que la exnadadora tiene previsto a Mónaco será el 10 de mayo con motivo del bautizo de Jacques y Gabriella. No obstante, y tal como cuentan sus allegados, Charlène tendría pensado no pasar ni una sola noche en palacio.

Estas imágenes no hacen más que alimentar los rumores sobre el problemático matrimonio de Alberto y Charlène. Ya días antes de la boda, celebrada en Mónaco el 2 de julio de 2011, se especuló que la exnadadora había intentado escapar del principado porque no quería casarse y durante su huida varios policías la retuvieron contra su voluntad. Aunque ella mismo negó esta información días más tarde, la duda quedó allí. Tampoco ayudó que en su luna de miel, celebrada en Sudáfrica, los soberanos se hospedaran en hoteles distintos y apenas se les viera juntos. Desde entonces se acrecentaron las habladurías acerca de que su romance podría ser un simple montaje o que en realidad no existe ningún tipo de sentimiento entre ellos, algo que el nacimiento de los mellizos había conseguido calmar.

No es la primera vez que se especula que los príncipes de Mónaco hacen vidas separadas. La revista alemana Bunte ya publicó en marzo de 2014 que Alberto y Charlène no viven juntos. Según la publicación, tras una discusión fortísima con su marido, la princesa decidió irse a Suiza a casa de una amiga. Fue el padre de ella, Mike Wittstock, quien medió para que las cosas se arreglaran. Sin embargo, familiares cercanos a la pareja insistían en que su matrimonio era todo una fachada y que mientras Charlène estuvo viviendo en palacio, dormían en habitaciones separadas.