La entrevista más sincera de Mary de Dinamarca: “Me sentí muy sola cuando murió mi madre”

Confesando una pena que ha arrastrado durante casi dos décadas. Así se mostraba esta semana Mary de Dinamarca durante una entrevista realizada al programa Aftenshowet. El momento más significativovino cuando habló de Henrietta Clark Donaldson, su madre, a la que perdió cuando ella sólo tenía 25 años por culpa de una enfermedad cardiovascular. “Sentí que estaba sola en mi dolor, que nadie me entendía y que estaba inmóvil mientras todo el mundo a mi alrededor seguía adelante”, aseguró.

La madre de la princesa murió un 20 de noviembre de 1997, sin llegar a ver a su hija convertida en la esposa de Federico de Dinamarca ni conocer a sus nietos, lo cual ha causado un profundo dolor en ella que el tiempo ha ido aminorando. “Me hubiese gustado pasar más tiempo con ella”, afirmó. “Cuando te sientes solo sientes que no perteneces a ningún sitio, que estás solo en el mundo (…) Faltan conocimientos, hay mucho tabú. Es algo sobre lo que hay que hablar”, dijo la princesa durante su intervención televisiva. “Tenemos que reconocer a las personas solitarias. Aquellos que están así en el colegio o la escuela. Tenemos que tenderles una mano amiga”, aseguró en su discurso sobre la soledad.

La princesa ha luchado contra la soledad a través de una fundación que lleva su nombre desde 2011. Es una causa en la que siempre ha creído y con la que siente una implicación de carácter personal por las razones que esgrimió en televisión. Hace poco, Mary fue noticia por la pérdida de sus dos damas de honor. Cuando se comprometió con el príncipe Federico, la reina Margarita II designó a la condesa Victoria Bernstroff-Glydensteen como ayudante de Mary. No obstante, en 2006, Mary decidía prescindir de Victoria y escogía para el puesto a una gran amiga suya, Caroline Heering. Dos años más tarde, y viendo que la agenda oficial de su princesa aumentaba considerablemente, la casa real decidió que se incorporara al equipo Tanja Doky. Ahora las dos han decidido dejar de ser la ‘sombra’ de Mary, que se ganaba una vez más el respeto del pueblo danés por confesar, estos días, que hasta el más ‘royal’ puede sentir en su propia piel la soledad por muy rodeado de gente que esté.