Los escándalos de los segundones en la casa real británica

La reina Isabel II (88 años) ha sabido hacer de su familia un ejemplo de fortaleza frente a las adversidades. Y no sólo los avatares del destino, también los problemas surgidos tras comportamientos de los parientes directos de Isabel II. Su marido, el duque de Edimburgo, y algunos de sus nietoshan protagonizado varias polémicas. Con el nacimiento del segundo hijo de los duques de Cambridge, Vanitatis repasa los titulares que ocuparon los miembros más alejados al trono de la familia real británica.

Los piropos del duque de Edimburgo

El príncipe Enrique (93)lleva 68 años como consorte de la reina Isabel II. Pese a que tras su boda descubrió la fogosidad de la monarca, tal y como desvela Jaime Peñafiel en su último libro, Reinas y princesas sufridoras, el gusto de su mujer por las artes amatorias no le ha impedido llevar una vida paralela que a la reina parece no importarle siempre que sea de manera discreta. Sin embargo, a veces la boca le pierde.

Haciendo gala del humor británico, el duque de Edimburgo intenta inventar chanzas en sus actos públicos, bromas que muchas veces son desafortunadas. Como cuando saludó a una mujer cuyo vestido llevaba una cremallera y le espetó: “¿Me arrestaría si bajo esa cremallera?”.

Las fiestas del príncipe Andrés

Pese a que recientemente la corte federal de Estados Unidos ha desestimado el relato de la joven que acusó al hijo de la reina de abusar de ella cuando era menor, lo cierto es que el príncipe Andrés compartió fiestas con Virginia Roberts cuando ella tenía 17 años.

En 2005 la prensa británica destapó que utilizaba aviones militares para viajar a Estados Unidos a ver a sus amigas. Entre las mujeres con las que se le ha relacionado, aparecieron fotos de él (desnudo) junto a la actriz porno Koo Stark.

El príncipe Enrique el rebelde

Enrique, el segundo hijo de Carlos de Inglaterra, puede ser uno de los royals que más escándalos ha protagonizado. Primero fueron sus fotos disfrazado de soldado nazi; después, su afición por esnifar chupitos de tequila; por último, sus juergas en Las Vegas, con streapbillar incluído. En medio de estas polémicas pasó por un centro de desintoxicación, hizo trampas en el colegio y pegó a un paparazzi.

Eugenia de York, duquesa alegre

La hija pequeña del príncipe Andrés tampoco se ha librado de la prensa amarillista. Pese a que ahora se dedica al arte en Nueva York, fue portada de The Sun mientras se bañaba con una amiga en las playas de Tailandia, su partenaire le abrazaba por detrás, agarrada a sus pechos. Meses antes, ebria, decidió bailar desnuda en un parque londinense. Por supuesto, la pillaron.