Alwaleed Bin Talal, el príncipe filántropo perseguido por el pasado

El jueves pasado, el mundo de la filantropía era sacudido por una noticia insólita: un príncipe árabe anunciaba su intención de donar 29.000 millones de euros (leen bien) a obras benéficas. Se trata de Alwaleed Bin Talal, nieto del fundador de Arabia Saudí y sobrino del rey actual, cuya ingente fortuna será administrada por su propia fundación, Alwaleed Philanthropies. El número 1 en este noble campo, Bill Gates, lleva donados cerca de 40.000 millones si bien ha sido a lo largo de los últimos diez años.

Desconocemos por qué uno de los hombres más ricos del mundo, alguien que llegó a demandar por difamación a Forbes al subestimar su fortuna en 7.000 millones, decide pasar a la historia como un idealista. Sin embargo, para disgusto del príncipe, el pasado siempre vuelve. La altruista noticia se ve empañada por un episodio sucedido en España en verano de 2008. Les resumimos: Soraya es una modelo hispanoalemana de 20 años que la noche del 12 de agosto baila en la discoteca El Divino. Allí la invitan a una fiesta en el yate Turama, fondeado en el puerto de Ibiza. Llegó mareada. La fiesta tenía más de orgía que de jolgorio, según recuerda. Había drogas y mujeres desnudas. Comenzó a perder facultades sensoriales y envió varios mensajes de texto a un amigo, chófer de la familia real saudí en la isla, para que viniese a recogerla. Esa noche alguien abusó de ella. A resultas de lo ocurrido en el yate, Soraya denuncia una violación. Su madre viaja desde Alemania inmediatamente para asistirla. En su cuerpo hay semen y, según la analítica, un potente cóctel de alcohol y drogas. Así consta en el informe forense. ¿Quién ha sido el agresor? Madre e hija buscan en Internet y la joven cree identificarlo en la persona del príncipe Alwaleed.

“La instrucción fue pésima”, recuerda su abogado en España. “Hubo testigos que se contradijeron, el fiscal no estuvo a la altura, la juez dijo que no había semen en las pruebas practicadas, no se pidió una relación de pasajeros del yate, no se examinaron las cámaras… Un desastre. Es posible que la joven se confundiera de sujeto pero ha sido imposible comprobar incluso eso al no permitirnos cotejar el ADN del semen hallado en su cuerpo y sus ropas”. En verdad todo el proceso fue muy irregular. Se archivó la denuncia, volvió a abrirse dos veces, en 2011 y en 2013, para ser definitivamente archivada. El letrado recuerda que la defensa del príncipe adujo que esos días de agosto ni siquiera se encontraba en territorio español, sino en Cannes y Niza. Una foto da cuenta de ello. “Sí, hubo una foto que hasta en un informativo de Telecinco explicaron que estaba manipulada. El jeque tenía los dos zapatos del mismo pie”, señala el letrado de la joven en España.

No obstante, no fue la única coartada del príncipe: sus abogados presentaron documentación acreditativa –sellos en el pasaporte, certificados de hotel y restaurantes así como varias testificales recogidas por el Diario de Ibiza– que demostraban que no había salido de Francia en aquellos días. Tras ser definitivamente sobreseído el caso, el gabinete de prensa contratado por el príncipe en España emitió un comunicado señalando la inconsistencia del relato de Soraya, la temeridad de la acusación, las contradicciones de la supuesta víctima y advirtiendo que se estudiaba demandar a modelo, madre y abogado.

Inocente en España, ¿también en Alemania?

Aunque Alwaleed Bin Talal ha sido exonerado de toda culpa por la justicia española, Susana Heilmann, madre de Soraya, no se conforma. Su hija fue violada. Quiere volver a abrir el caso y para ello ha contratado los servicios de un abogado alemán, Michael Langhans, con bufete en Donauwörth (Baviera). “Mi abogado ha presentado un escrito en la fiscalía de Augsburg para que reclame a España las actuaciones y ver si puede iniciarse un proceso en Alemania. La situación es indignante; ha habido muchísimas irregularidades, de todo tipo. Cuando se archiva un procedimiento se devuelven los objetos personales pero en este caso no ha sido así. No nos han devuelto la ropa de mi hija”, explica Susana a Vanitatis desde Alemania. Según recuerda Susana, cuando presentaron la denuncia en una comisaría de Ibiza, un agente le comentó que un caso parecido había ocurrido cuatro años atrás, también en un yate, gente poderosa mediante. Al día siguiente, dos policías de paisano que acudieron a visitar a Soraya al hospital de Can Misses añadieron confidencialmente un escabroso dato extra, siempre según el relato de Susana Heilmann: en ese yate, aquella noche, había una alta personalidad española.

Para acabar de complicar el panorama, aparece la agencia de detectives Método 3, famosa por grabar la conversación del restaurante La Camarga y por haber espiado a todo el mundo: desde empresarios y políticos de todos los partidos del arco parlamentario a jugadores del Barça, al marido de Arantxa Sánchez Vicario y a la nuera de la baronesa Thyssen. Según publicó la revista catalana El Triangle, Alwaleed figuraba en un documento de la agencia que recogía 169 dossieres y el que también se incluía, pásmense, a Corinna Zu Sayn Wittegenstein. El príncipe habría sido investigado en 2012. ¿Quién encargó ese dossier? Francisco Marco, director de la agencia –clausurada a raíz de un delito de revelación de secretos– siempre negó tal extremo afirmando que esa lista había sido “adulterada”.