Reina Letizia vs. Reina Rania: ¿a quién le ha sentado mejor formar parte de la realeza?

Quedan escasas horas para que se produzca el esperado duelo de estilo entre dos de las mujeres más glamourosas de la realeza mundial y desde Vanitatisya estamos calentando motores. A las 15:30 horas de este jueves, Don Felipe y Doña Letizia darán la bienvenida al rey Abdalá y a la reina Rania en el aeropuerto de Madrid y a partir de entonces comenzará un verdadero y emocionante combate de elegancia entre estas dos damas que, a pesar de vivir a 3.600 kilómetros de distancia, tienen mucho en común. Aparte de ser las reinas consortes de sus respectivos países por haber logrado conquistar a dos reyes y ocupar las listas de las mujeres mejor vestidas del mundo, a Letizia y a Rania las une otra cosa más: su preocupación por su aspecto físico.

Si cogemos una foto de las dos mujeres antes de sus bodas, veremos que nada tienen que ver con las de ahora. Rania y Letizia están casi irreconocibles,y eso es consecuencia de las operaciones quirúrgicas y los tratamientos estéticos a los que se someten. Antes de sus nupcias con el rey Abdalá, Rania era una muchacha del montón con el pelo teñido de rubio (prueba de ello son las raíces morenas), unas cejas de lo más pobladas y una nariz nada armoniosa. Así lo prueba la imagen de la reina en la orla de su universidad. Si comparamos su anterior aspecto físico con el de ahora, veremos que, aparte de haberse hidratado las puntas y haberse olvidado del tinte número 9, es una mujer completamente distinta.

Uno de los retoques a los que se ha sometido Rania es larinoplastia, pero, a diferencia de la Reina Letizia, ella lo hizo antes incluso de conocer a Abdalá. Según cuentan varias biografías de la jordana, la esposa de Abdalá tenía un gran complejo porque su nariz era un poco grande y decidió combinar sus estudios universitarios de Administración en El Cairo con un trabajo que le permitió ahorrar algún dinerillo para operarse. Desde entonces, no hay constancia de que haya sido intervenida de nuevo, pero lo que sí es más que evidente es que se somete regularmente a retoques estéticos. Así lo demuestra el rostro con el que la vimos el pasado mes de septiembre en Nueva York. Tal como aseguraron a Vanitatisprestigiosos cirujanos, la reina acababa de inyectarse bótox en la zona periocular para librarse de las temidas patas de gallo. Asimismo, se habría rellenado los pómulos con hidroxiapatita cálcica y habría utilizado un poco de ácido hialurónico para aumentar sus labios

Aunque sucedió varios años después, la metamorfosis de Doña Letizia siguió los pasos de su homóloga jordana. Durante sus primeros años de casada con el príncipe de Asturias, la ahora reina vio cómo su físico cambiaba considerablemente como consecuencia de una gran pérdida de peso. Los rasgos de Letizia fueron endureciéndose y en agosto de 2008 decidió hacer un cambio radical sometiéndose a una rinoplastia para alisar el tabique nasal. A pesar de que Casa Real haya negado cualquier otra operación de la Reina, lo cierto es que se ha comentado mucho su cambio físico. Según los expertos, ese cambio no tiene por qué deberse a otra intervención quirúrgica, ya que los tratamientos estéticos pueden tener un resultado similar. Tal como ha podido saber Vanitatisgracias a expertos en la materia, en estos últimos años, Doña Letizia se ha inyectado bótox, hidroxiapatita cálcica y colágeno.

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