Todos los estilismos de la reina Matilde en su visita de Estado a Japón
Repasa con Vanitatis todos los modelitos que la soberana de los belgas ha llevado en su visita al país nipón
Cinco días en Japón
Cena de gala
Con los emperadores
En la embajada belga
El primer día terminó con una cena y un concierto en la embajada belga de Japón. Matilde llevó un vestido azul con bordados en negro de Natan. Lo combinó con salones en azul marino y una cartera de mano a juego. La reina recogió su rubia melena en un moño bajo que dejaba al descubierto unos espectaculares pendientes largos en dorados con forma de estrella. Una vez más, lucía su anillo de zafiros y diamantes de Wolfers.
Primera parada: templo Nezu
La primera parada de su agenda fue una visita al templo Nezu, ubicado en Tokio. Para este acto, la reina quiso apostar por los colores fuertes con este vestido en color fucsia de manga francesa de su firma de cabecera, Natan. Los salones eran de charol rosado mientras que la cartera de mano la firmaba Armani. De momento, este es uno de nuestros atuendos favoritos de su visita de Estado a Japón.
Llegada a Japón
Durante el viaje de más de 12 horas, la reina se cambió de vestuario y llegó al país nipón repitiendo también modelito. La esposa del rey Felipe recuperó este vestido en color aguamarina con drapeado en la zona central de la diseñadora Esmeralda Ammoun. Completó su 'look' con salones de charol, una pequela cartera de mano y un impresionante broche en forma de mariposa que le daba un toque de elegancia y sofisticación.
Despedida en Bélgica
Para la despedida en el aeropuerto militar Melsbroek de Bélgica, la reina Matilde lució un vestido rojo y blanco de Natan que ya le habíamos visto con anterioridad y que llevaba con un pequeño cinturón rojo. Como complementos, eligió unos pendientes dorados de Annick Tapernoux, una cartera de mano a juego de A Bag With Story y su anillo de diamantes y zafiros de la joyería Wolfers.
Cinco días en Japón
Cena de gala
Con los emperadores
En la embajada belga
El primer día terminó con una cena y un concierto en la embajada belga de Japón. Matilde llevó un vestido azul con bordados en negro de Natan. Lo combinó con salones en azul marino y una cartera de mano a juego. La reina recogió su rubia melena en un moño bajo que dejaba al descubierto unos espectaculares pendientes largos en dorados con forma de estrella. Una vez más, lucía su anillo de zafiros y diamantes de Wolfers.