El tenso reencuentro de la princesa Charlène y la ex de Alberto Naomi Campbell

Charlène de Mónaco ha hecho su gran reaparición. Tras varias semanas 'enclaustrada' y sin aparecer en público, esta semana la princesa regresaba a la agenda oficial acompañando a su marido a Nueva York para entregar los premios de la Fundación Princesa Grace. Con un vestido blanco de Dior y un corte de pelo 'pixie', la sudafricana se convirtió en una de las invitadas más aclamadas. Sin embargo, su rostro, siempre triste y compungido, demostraba que no se sentía nada bien allí. Pero en esta ocasión sí había un motivo por el que la princesa podía estar un poco incómoda.

En el mismo acto se encontraba Naomi Campbell, quien durante la década de los noventa vivió un apasionado romance con el príncipe Alberto. La 'top model' sigue manteniendo una estrecha relación con el soberano del pequeño principado. Tanto es así que estuvo presente en su boda con Charlène. Cuentan las malas lenguas que en el inicio de su noviazgo, la ahora princesa toleraba la amistad de su pareja con Campbell e incluso se había ido de fiesta con ella. También aceptó de buen grado que acudiese como invitada estrella a su enlace matrimonial. Pero una vez se convirtió en la esposa de Alberto y princesa de Mónaco, la exnadadora perdió ese buen rollo del que presumía y ahora no puede ver a la modelo.

Según asegura la prensa francesa, Charlène evitó coincidir con Naomi y, en los pocos momentos en los que estuvieron cara a cara, la princesa no le hizo ni caso a la ex de su marido. La actitud de Alberto fue totalmente contraria. El príncipe saludó con un gran abrazo a su ahora amiga y conversó con ella acerca de su vida personal y su futuro profesional.

Una casa con mucho significado

Esta misma semana, se ha conocido que el príncipe Alberto ha adquirido la casa en la que Grace Kelly vivió durante su infancia en Filadelfia y en la que recibió la proposición de matrimonio del príncipe Rainiero. "Todavía no sabemos qué haremos con ella. Quizás la convirtamos en un museo dedicado a mi madre o en oficinas para la Fundación Princesa Grace", ha explicado el soberano del principado a la revista estadounidense 'People'.

"La casa es muy bonita y muy especial para mi familia. Recuerdo una visita que hice en la que mi abuela me preparó una de las habitaciones del primer piso. Tendría unos 5 años y fue una de las primeras veces en las que no compartía habitación con mis hermanas. Recuerdo estar sentado en la ventana, mirando cómo pasaban los coches y disfrutando de la soledad", ha narrado Alberto, quien ha compartido más recuerdos que vivió en la casa de su madre: "La primera vez que vine no tendría más de 2 años, recuerdo que me enrollé con la alfombra del comedor".

Se desconoce si los príncipes Jacques y Gabriella han acompañado a sus padres en este viaje a los Estados Unidos. Desde que nacieron en diciembre de 2014, la princesa Charlène ha explicado que ha intentando separarse lo menos posible de sus mellizos. Ese fue uno de los motivos por los que no viajó a los Juegos Olímpicos de Río. Conociendo esta información, no sería tan descabellado pensar que los pequeños también están ahora en Nueva York. Sea como fuere, cuando es seguro que veremos a Jacques y Gabriella será el próximo 19 de noviembre, durante la celebración de la Fiesta Nacional de Mónaco.

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