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Emma Watson, la maga que desata el furor en Madrid
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PREMIERE DE 'NOÉ'

Emma Watson, la maga que desata el furor en Madrid

'Vanitatis' entrevista a las dos protagonistas femeninas de la película 'Noé'. Emma Watson y Jennifer Connelly estuvieron este lunes en la capital presentando el film de Darren Aronofsky

A falta de Gladiator, buena es Hermione. O si no, a falta de Russell Crowe, buena es Emma Watson. El exgladiador, protagonista de Noé y a este paso, Charlton Heston del siglo XXI, no estuvo este lunes en la premiere madrileña de la superproducción bíblica que ha protagonizado, pero sí Emma Watson. En las inmediaciones de los cines Palafox, donde se celebraba el estreno, no parecía haber creyentes ni amantes de las Sagradas Escrituras. O quizá no se hacían notar tanto como los fans de la actriz. La concentración de adolescentes con móvil en mano era tal que cualquier mención sobre Jennifer Connelly, también presente en la cinta y pisando con fuerza la alfombra roja, o sobre la prohibición de la película en algunos países árabes, parecía inocua ante el histerismo fan. Lo que todos querían ver es a la crecida Hermione de Harry Potter. Ni siquiera interesaban los Tamar Novas de turno que pasaban por allí. A esos todavía no se les grita tanto, ni son carne de idolatría teen.

Emma no decepcionó ni a sus fans ni a la prensa. Con una melena al lado, unas llamativas pinzas en el pelo y una camisa blanca abierta, la hija del bíblico Noé firmó autógrafos, compartió selfies ajenos y mostró por qué muchos la consideran una de las grandes bellezas de Hollywood. Poco después, aseguraba a Vanitatis que es "muy diferente" hacer un tipo de película como esta que algo como The Bling Ring o Las ventajas de ser un marginado, que han sido su antídoto indie a la fama arrastrada por Harry Potter. "Las películas más pequeñas se hacen en un periodo más corto de tiempo, todo es más íntimo y en una cinta como Noé todo es más grande pero sigue siendo interesante porque Darren ha dirigido películas de menor escala y creo que es maravilloso cómo ha llevado ese enfoque a proyectos mucho más grandes", dijo sin perder la sonrisa de sus labios ni ese aire de nínfula que parece que vaya a conservar durante años.

placeholder Emma Watson, el director Darren Aronofsky y Jennifer Connelly este lunes en Madrid (I.C.)

La chica sonreía y era amable incluso cuando, al preguntarle con qué otro director español querría trabajar aparte de Alejandro Amenábar (con el que empezará a rodar Regression en dos semanas), se liaba y contestaba con nombres mexicanos. "Si hablamos de mexicanos me gustaría trabajar con Alfonso y Guillermo del Toro. Pero sobre todo, creo que trabajar con Alejandro es un buen comienzo", respondía. Un error perdonable a la guapa Emma, ya que había malentendido la pregunta y pensaba que le preguntábamos por directores 'en español'. La respuesta hará que dudemos si conoce o no nuestra cinematografía, pero al menos se salió del sobadísimo tópico 'quiero trabajar con Almodóvar' con el que nos deleitan el 90 por ciento de las estrellas que visitan nuestra querida España.

Una desganada Connelly

placeholder Jennifer Connelly durante la 'premiere' (I.C.)

Jennifer Connelly, con una planta que impresiona, no parecía ser tan agradable ni dar lugar al más mínimo error en sus respuestas. Fans aparte, entre ese otro bullicio de cualquier premiere, el de redactores, cámaras y flashes, se comentaba que a la protagonista de Una mente maravillosa no le gusta que le enfoquen demasiado las manos o los pies. Quizá porque ya no es aquella niña que se perdía con Bowie dentro del laberinto. Si escondió sus manos, también hizo lo mismo con su elocuencia. Con una mirada de esas que atraviesan, la mujer de Noé en la película aseguró que "todo el mundo conoce" la historia del creador del arca cuando se le preguntó si había investigado mucho sobre el personaje bíblico, del que abundan interpretaciones de todo tipo. "Sólo son unas pocas páginas del Génesis", añadió con desgana. O la pregunta no le pareció de altura o no creyó oportuno hablar demasiado de la Biblia cuando la película que protagoniza está levantando ampollas entre creyentes y no creyentes, preparados para devorarla o destrozarla en base a su religiosidad.

A un rapado Darren Aronofsky no parecía preocuparle eso. "He hecho esta película para creyentes y no creyentes. Para los primeros, los valores de la película son muy claros porque tienen una conexión con la historia de la Biblia. Los no creyentes van a ver una película que no es la película bíblica que habría visto su abuela. Tiene un montón de elementos de fantasía, así espero que todos vayan a verla", dijo. Fuera del cine, pocos parecían reconocer a este genio visionario metido a elaborador de blockbusters. Los flashes, gritos y miradas seguían estando en una dulce y menuda Emma Watson que dejó claro que es guapa, simpática y que sigue siendo Hermione para mucha gente. Sobre todo si esa gente tiene quince años.

A falta de Gladiator, buena es Hermione. O si no, a falta de Russell Crowe, buena es Emma Watson. El exgladiador, protagonista de Noé y a este paso, Charlton Heston del siglo XXI, no estuvo este lunes en la premiere madrileña de la superproducción bíblica que ha protagonizado, pero sí Emma Watson. En las inmediaciones de los cines Palafox, donde se celebraba el estreno, no parecía haber creyentes ni amantes de las Sagradas Escrituras. O quizá no se hacían notar tanto como los fans de la actriz. La concentración de adolescentes con móvil en mano era tal que cualquier mención sobre Jennifer Connelly, también presente en la cinta y pisando con fuerza la alfombra roja, o sobre la prohibición de la película en algunos países árabes, parecía inocua ante el histerismo fan. Lo que todos querían ver es a la crecida Hermione de Harry Potter. Ni siquiera interesaban los Tamar Novas de turno que pasaban por allí. A esos todavía no se les grita tanto, ni son carne de idolatría teen.