Sophia Ecclestone, un bebé que nace con algo más que un pan bajo el brazo

Tamara Ecclestone ya ha sido mamá. Hace unos días la hija del magnate de Fórmula 1 Bernie Ecclestone nos mostraba una artística foto de su avanzado estado de gestación y nos advertía que el momento del parto estaba cerca. Y así ha sido. Este miércoles Tamara utilizaba su perfil en las redes sociales para anunciar la llegada de su primera hija con su marido Jay Rutland, que recibirá el nombre de Sophia.

Tamara mostraba al mundo su felicidad y aportaba más datos sobre la pequeña: "Bienvenida al mundo Sophia, nuestra hermosa niña, que nació ayer con un peso de 3 kilos 255 gramos en el día más feliz de nuestras vidas, nunca sentimos un amor como este". Por el buen aspecto con el que posa la socialité en la foto que adjunta, nadie diría que acaba de dar a luz.

La pequeña Sophia viene al mundo con algo más que un pan bajo el brazo, ya que ha nacido en una de las familias más adineradas del mundo. Según datos facilitados por la revista Forbes y la liste de The Sunday Times, la familia Ecclestone posee una fortuna que ronda los 4.200 millones de dólares. Derrochadora y heredera de profesión, Tamara ha dedicado sus meses de embarazo a ir de compras, pendiente de que no le faltara de nada al bebé que esperaba.

Una boda por todo lo alto

Pero este despilfarro de dinero era algo de esperar en Tamara después de que en junio del pasado año celebrara una ostentosa boda con Jay Rutland. Hasta cuatro días duró la fiesta del enlace en la Rivera francesa. Tras muchas semanas de preparativos, la pareja decidió alargar los festejos para dejar bien claro cuál es su estatus social dentro del mundo en el que se mueve la hija del mandamás de la Fórmula 1.

Sólo la música en directo, que corrió a cargo de Elton John, Lionel Richie y el DJ Calvin Harris costó la friolera de 1,2 millones de euros, una cifra que se acerca a lo que podría haber desembolsado Bernie Eccleston por las 73 habitaciones que fueron reservadas en el Grand Hotel Du Cap Ferrat, cerca de Niza, donde la fiesta continuó durante cuatro días. A estas desorbitadas cifras hay que sumar el vestido de la novia, diseñado por Vera Wang, que superó los 95.000 euros. 

Los invitados, entre los que se encontraban Sean Connery, Paris Hilton y la actriz Rosie Huntington-Whiteley, viajaron en avión privado en varias flotas que volaron desde el pequeño aeropuerto de Farnborough, a una hora de Londres. En la lista también se encontraban Sarah Ferguson y sus hijas las princesas Eugenia y Beatriz.

Este despilfarro del que Tamara hace gala también es propio de su hermana Petra, algo que se vio acrecentado después del divorcio de sus padres en 2009. A pesar de que el magnate ha criticado varias veces el exagerado gasto de sus hijas, lo cierto es que su facilidad para firmar cheques y escribir ceros en ellos no se ha rebajado.