Mauro Icardi y Wanda Nara, en comisaría un día después de su fastuosa boda

El culebrón del triángulo amoroso que tiene en vilo a Italia y Argentina continúa. Y esta vez, en comisaría. El pasado sábado la incipiente estrella del Inter de Milán, Mauro Icardi, contraía matrimonio con Wanda Nara, el principal motivo por el que el futbolista ha roto su amistad con Maxi López, exjugador del FC Barcelona y ahora en el club italiano Sampdoria.

Después de algunas ‘jugadas’ fuera del terreno del campo, Icardi consiguió arrebatar a su íntimo amigo a la joven que ahora es su esposa, algo que enfureció tanto a Maxi López que le negó el saludo la primera vez que se vieron en un partido. Sin embargo, y cuando ya todo parecía estar en calma después de que Icardi echa más leña al fuego y publicara en Twitter una fotografía dedicada a su examigo haciéndole los cuernos, las aguas vuelven a estar revueltas.

Todo ocurrió la mañana posterior al enlace cuando aún algunos de los invitados continuaban con la fiesta. Ese día los tres hijos de Maxi López y Wanda debían estar con su padre, tal y como ambos habían acordado. Sin embargo, la niñera que tenía que llevarlos a casa del futbolista de la Sampdoria se puso enferma, por lo que los pequeños, Valentino, Constantino y Benedicto, se quedaron con su madre.

Furioso, Maxi López se trasladó a casa de su ex accediendo con el código de seguridad que aún conservaba desde que eran pareja y que Wanda no había cambiado. Ante esto, Wanda Nara llamó a la policía y los tres acudieron a comisaría, donde ella puso una denuncia por allanamiento y por violencia de género, mientras que él interpuso una demanda por impedirle ver a sus hijos.

Otra de las anécdotas de la boda del año en Argentina fue la desorbitante cifra que la pareja gastó en su enlace, al que acudieron 250 invitados. Sólo en vestuario se dice que la cifra puede haber superado los 20.00 euros, pues ella utilizó dos vestidos confeccionados exclusivamente en Italia y él un traje de Dolce&Gabbana a medida, además d eexclusivo calzado.