Kaká y Caroline Celico se reconcilian

Lo que era un secreto a voces se confirma. Casi dos meses después de que Kaká y su mujer, Caroline Celico, anunciaran a través de un comunicado su decisión de separarse, la pareja se ha dado una segunda oportunidad.

A comienzos de esta semana, Vanitatis informaba de que el matrimonio, que apenas había iniciado los trámites legales de divorcio, estaba pasando estas fechas navideñas juntos. Lo que en un principio parecía un mero trámite por el bien de sus dos hijos -Luca, de 6 años, e Isabella, de tres-, se ha convertido en la confirmación de unos rumores que desde hacía varios días recorrían las redacciones de varios medios brasileños.

“Desde 2002 brindamos juntos… Para siempre”, escribía Caroline Celico en su perfil de Instagram el día de Año Nuevo junto a una fotografía de ambos en la que lucen su anillo de boda. Esta imagen, tomada en Disney World reafirma una historia de amor que comenzó a resurgir hace tres semanas.

Si bien en Brasil se aseguraba que el divorcio entre el exjugador del Real Madrid y Celico sería ‘la gran batalla judicial’ del año, las aguas volvieron a su cauce a mediado del pasado mes de diciembre cuando acudieron juntos a la representación navideña de sus hijos en el colegio inmortalizando el momento en las redes sociales. Unos días antes, la boda de un amigo en común volvió a unirles mostrándose como la viva imagen de una felicidad que ha regresado a una familia profundamente religiosa.

Una pareja muy religiosa

Ricardo Kaká llegaba al Real Madrid en 2009. Fue entonces cuando en España la vida más personal de un jugador quese santiguaba en el campoempezó a generar interés.

El cliché de que a la mayoría de los futbolistas les gustaba disfrutar del ambiente nocturno de la capital y rodearse de bellas mujeres nada tenía que ver con el brasileño. Kaká estaba felizmente casado desde hacía cuatro años con Caroline y ambos basaban en su profunda fe la esencia de su matrimonio.

Su profunda religiosidad ambos la defendían en cada una de las entrevistas que concedían. “Si no fuera futbolista, sería un pastor evangélico”, dijo Kaká en una ocasión. Y es que tanto él como su esposa formaron parte de una comunidad evangélica de Sao Paulo hasta 2013.