Marina, la nieta resentida de Pablo Picasso, 'hace caja' con su legado

Marina Picasso continúa deshaciéndose de parte del legado de su abuelo, el pintor Pablo Picasso. Tras la venta de diversas obras del artista, su nieta ha decidido sacar a la venta la joya de la corona inmobiliaria del clan, la mansión millonaria conocida como ‘La Californie’, situada en Cannes, como medio para cerrar un capítulo doloroso en su vida al considerar que la herencia que le dejaron fue “dada sin amor”, como así revela un amigo de Marina consultado por el diario The York Post: “Es una manera de dejar atrás el pasado”.

Esta impresionante villa con vistas al campo de la Croisette frente a las islas de Lérins fue el lugar de descanso del pintor desde 1955junto a su última esposa, Jacqueline Roque. Esta mujer logró enfrentar a Picasso con su familia de tal forma que supuso un antes y un después en su relación. De hecho, la decisión de la venta de esta mansión también viene propiciada por aquel enamoramiento, ya que su nieta no le perdona al pintor cubista su forma de obrar y los trágicos desencadenantes que se sucedieron tras conocerse su affaire: su padre cayó en el alcoholismo y su hermano se suicidó bebiéndose una botella de lejía.

Picasso no se desentendió de su familia, pero estos se sintieron desplazados con la entrada en su vida de un nuevo amor. Su hijo Paulo, padre de Marina, se dio a la bebida y desde entonces su vida nunca remontó. Sus dos hijos tuvieron que criarse con su abuela, mientras que en contadas ocasiones visitaban a su famoso abuelo. Unas visitas que son recordadas con “horror” por su nieta, que ha decidido deshacerse de todo el patrimonio legado supuestamente por el dolor que le ocasiona su recuerdo.

Esto no solo incluye esta villa en Cannes, sino también numerosas obras como Portrait de femme y Femme à la Mandoline, ambos lienzos valorados en 50 millones de euros, y Maternité, tasado en 45 millones de euros. En total, Marina espera recaudar 241 millones de euros, con los que financiar proyectos filantrópicos y subvencionar colectivos en contra de las corridas de toros, una actividad que también le recuerdacon dolor a su abuelo, que lesllevaba a ver “esta sangría” a su hermano y a ella cuando eran pequeños, como así narraba en las memorias publicadas hace varios años en las que ofrecía el peor retrato de Picasso.