Las cartas que confirman el 'affair' que pudo acabar con el matrimonio de JFK

Corría el año 1953 cuando JFK realizaba un viaje a Cannes (Francia) y conocía a la aristócrata sueca Gunilla von Post. Una joven de 21 años, 14 menos que John, que cautivó al futuro presidente de los Estados Unidos.

Ambos pasaron una noche juntos que ella se encargó de describir así en su libro autobiográfico, 'Love, Jack': "Se giró y me besó muy suavemente y me quedé sin respiración. El brillo de la luna y las estrellas hicieron que sus ojos se pusieran más azules que el océano que nos rodeaba". Desde aquella noche juntos, la pareja mantuvo una relación por correspondencia que duró tres años. Poco le importó a John F. Kennedy que su encuentro tuviese lugar tres semanas antes de su boda con Jackie. El enlace siguió adelante mientras que él continuó escribiéndosecon Gunilla.

La confirmación de que este romance fue real llega de la mano de la casa de subastas Doyle New York, quien ha puesto a la venta varias cartas cruzadas entre el que fuera presidente de los Estados Unidos y la 'socialite' sueca. Esta correspondencia tuvo lugar entre los años 1954y 1956.

Posible encuentro en Estocolmo

En la primera de las cartas que escribe JFK insta a Gunilla a verse en un viaje que realizaráen breve a Suecia: "¿Habría alguna posibilidad de que estuvieras allí para vernos y decirte hola? Tal vez puedas hacerme un hueco. Estoy ansioso por verte, quizás porque hace meses que no coincidimos. Al principio a lo mejor es raro, pero no somos unos extraños". Sin embargo, y a pesar de la insistencia de John, el viaje tuvo que ser cancelado debido a una operación del político.

En otra de las cartas, John hace referencia a una foto que Gunilla le había enviado: "Se te ve feliz y muy guapa". Este 'affair' postal se hizo físico en agosto de 1955 cuando la pareja pasó una semana de viaje por Suecia. Fue entonces cuando Kennedy se planteó dejar a Jackie e iniciar una relación formal con ella. Sin embargo, fue el padre del político el que le aconsejó no hacerlo porque afectaría a su imagen.

Una correspondencia que cesó en 1956 cuando la aristócrata le comunicó su inminente boda con un millonario terrateniente sueco. "Si no te casas, me gustaría verte. Paséun tiempo maravilloso contigo y es unode los recuerdos más bonitos de mi vida. Te echo de menos", le escribía John en la que era su última carta.

Gunilla y John volverían a encontrarse de forma casualen el año 1958 en una gala realizada en el Waldorf Astoria.

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