La sucia guerra de las hijas de Maradona con su mujer, Rocío Oliva

La guerra (y la polémica) vuelve al clan Maradona. Las hijas del futbolista argentino, Gianinna y Dalma, están tratando de ponerle freno a la actual mujer de su padre, Rocío Oliva, tras enterarse de que las ha amenazado con agredirlas. Lo han hecho mediante la mediación de un juez, que ha dictado una orden de alejamiento para que su madrastra no pueda acercarse a ellas y así evitar que cumpla con su promesa de pegarles una paliza. Una rocambolesca historia en la que el propio Maradona ha tomado partido, pero no para mediar entre ellas y evitar que la sangre llegue al río, sino para avivar su enemistad y, con ello, hacer que la noticia cobre más relevancia en los medios.

El caso surge con un audio de Whatsapp que Rocío le envía a su marido, en el que le informa de su intención de cobrarse la justicia por su mano con sus hijas: “Sé dónde va a bailar tu hija Gianinna y ahora voy a ir todos los fines de semana. Cuando me la encuentre, te la cago a trompadas. Tengo muchas amigas. Ahora me vas a conocer y tus hijas también. A mí no me rompe las pelotas nadie”, decía Oliva al astro del balón en un audio que, inexplicablemente, se ha filtrado a la prensa. Obviamente, esta conversación privada tan solo puede deslizarse a los medios por dos vías: la de Rocío, quien estaría haciendo público que está cometiendo un delito de amenazas, o de Maradona, que dejaría en cueros a su mujer. Esto huele a chamusquina…

Ahora, Rocío Oliva debe permanecer durante tres meses alejada de sus hijastras al menos cien metros, para evitar que se produzca la agresión que ella promete llevar a término. Aun así, ella niega la mayor, pese a la grabación que la delata, y asegura que “no amenacé a nadie” y asegura estar “muy tranquila” con la decisión judicial que la mantiene alejada de sus enemigas, tal y como ha declarado a los medios argentinos, que están dando buena cuenta de esta truculenta historia. “La denuncia, en todo caso, la tendría que haber hecho yo cuando ella me dijo de todo. Pero en su momento me lo tomé como un enfado, no como una amenaza. Yo también tengo todos los mensajes guardados”, se protege la mujer de Maradona, que se ha convertido de la noche a la mañana en la protagonista por excelencia de las revistas y programas de televisión del corazón argentino.

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