La lluvia y los insultos entre la prensa y la organización enturbian la gala de clausura del 15 Festival de Málaga
No sólo la lluvia enturbió la gala de clausura del 15 Festival de Málaga este sábado 28 de abril. La decisión de la organización de dejar
No sólo la lluvia enturbió la gala de clausura del 15 Festival de Málaga este sábado 28 de abril. La decisión de la organización de dejar en las puertas del Teatro Cervantes a una decena de periodistas que querían entrar para cubrir la ceremonia, a pesar del chaparrón que caía sobre la capital malacitana, terminó provocando una guerra dialéctica entre la jefa de prensa del certamen, Salvi García, y los periodistas de medios impresos y online allí acreditados.
“Sinvergüenza. Impresentable. Poca profesional”, espetó presa de los nervios una periodista a García después de que ésta le obligara a abandonar -con policía de por medio- una zona de la alfombra roja situada bajo una cornisa del Cervantes en la que intentaba resguardarse de la lluvia.
García, con actitud chulesca y con una sonrisa de oreja a oreja, justificaba la decisión de dejar a los periodistas -agencias de noticias incluidas- en la calle por “problemas de aforo y seguridad”. Una actitud que ensombrecía la labor de las decenas de personas que trabajan incansablemente para que este festival se convierta en el mejor de cine español.
Era no obstante la gota que colmaba el vaso a una semana llena de desencuentros entre la organización y algunos periodistas que se quejaban del trato recibido. La exagerada acreditación de estudiantes y bloggers, que en algunos casos impedían el trabajo de los profesionales, fue una de las quejas más escuchadas.
Y mientras esto sucedía, cientos de adolescentes se mojaban ‘gustosamente’ esperando al actor Mario Casas, que el día antes había decidido no acudir a la alfombra roja. El joven, que ha acudido al festival a presentar cinco minutos de Tengo ganas de ti, no dudó en firmar autógrafos bajo un paraguas de la organización.
Ya dentro, los equipos de Els nens salvatges, de Patricia Ferreira, y Carmina o Revienta, de Paco León, se convirtieron en los auténticos protagonistas de una aburrida gala, según los medios que accedieron al teatro, después de conseguir cuatro y tres Biznagas, respectivamente.
No sólo la lluvia enturbió la gala de clausura del 15 Festival de Málaga este sábado 28 de abril. La decisión de la organización de dejar en las puertas del Teatro Cervantes a una decena de periodistas que querían entrar para cubrir la ceremonia, a pesar del chaparrón que caía sobre la capital malacitana, terminó provocando una guerra dialéctica entre la jefa de prensa del certamen, Salvi García, y los periodistas de medios impresos y online allí acreditados.
“Sinvergüenza. Impresentable. Poca profesional”, espetó presa de los nervios una periodista a García después de que ésta le obligara a abandonar -con policía de por medio- una zona de la alfombra roja situada bajo una cornisa del Cervantes en la que intentaba resguardarse de la lluvia.
García, con actitud chulesca y con una sonrisa de oreja a oreja, justificaba la decisión de dejar a los periodistas -agencias de noticias incluidas- en la calle por “problemas de aforo y seguridad”. Una actitud que ensombrecía la labor de las decenas de personas que trabajan incansablemente para que este festival se convierta en el mejor de cine español.
Era no obstante la gota que colmaba el vaso a una semana llena de desencuentros entre la organización y algunos periodistas que se quejaban del trato recibido. La exagerada acreditación de estudiantes y bloggers, que en algunos casos impedían el trabajo de los profesionales, fue una de las quejas más escuchadas.
Y mientras esto sucedía, cientos de adolescentes se mojaban ‘gustosamente’ esperando al actor Mario Casas, que el día antes había decidido no acudir a la alfombra roja. El joven, que ha acudido al festival a presentar cinco minutos de Tengo ganas de ti, no dudó en firmar autógrafos bajo un paraguas de la organización.
Ya dentro, los equipos de Els nens salvatges, de Patricia Ferreira, y Carmina o Revienta, de Paco León, se convirtieron en los auténticos protagonistas de una aburrida gala, según los medios que accedieron al teatro, después de conseguir cuatro y tres Biznagas, respectivamente.