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Oscar 2013: Lo que la Academia se olvidó
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Oscar 2013: Lo que la Academia se olvidó

Tras semanas de espera, la lectura de las nominaciones a los Oscar suelen dejar a más de uno con la boca abierta, bien sea por impensables

Tras semanas de espera, la lectura de las nominaciones a los Oscar suelen dejar a más de uno con la boca abierta, bien sea por impensables que se cuelan entre los nominados, o por aquellos que se quedan con las ganas. Las correspondientes a 2013 no son una excepción. Primera sorpresa, la lectura de los mejores actores secundarios. Muchos eran los que daban como nominado e incluso como seguro ganador a Leonardo DiCaprio, sobre todo después del olvido, hace cosa de un año, por su interpretación en J. Edgar, de Clint Eastwood. Sin embargo, parece que su encarnación del villano de Django desencadenado, de Quentin Tarantino, tampoco ha sido suficiente para que la Academia se decida a intentar premiar al antaño ídolo de quinceañeras.

No ha sido la única de las sorpresas. La categoría de Mejor Director ha sido quizá la que más novedades ‘bomba’ ha lanzado a los adictos a la temporada de premios cinematográficos. Para empezar, la ausencia de pesos pesados de la industria como Kathryn Bigelow, la única mujer ganadora de un Oscar a la mejor dirección por En tierra hostil. Durante bastantes semanas, La noche más oscura, el electrizante relato con la caza de Bin Laden como leit motiv fue la película que iba a la cabeza, con grandes posibilidades de ganar la estatuilla más preciada: la de mejor película. La ausencia de la ex de James Cameron en la terna de nominados a la mejor dirección ha anulado totalmente esa posibilidad.

Otra gran sorpresa en el apartado de directores ha sido la ausencia de Quentin Tarantino. Django desencadenado ha llamado poderosamente la atención de los votantes a premio: un nuevo homenaje a los spaguetti western con un episodio histórico de fondo: la Guerra Civil norteamericana. Los múltiples referentes al cine de serie B y el estilo desenfadado del creador de Pulp Fiction no han convencido en esta ocasión a los académicos, que lo han dejado fuera de las nominaciones.

Otra gran sorpresa en el apartado de dirección ha sido la ausencia de Tom Hooper. Su caso es parecido al de BIgelow: hace un par de años se llevó la estatuilla gracias a El discurso del rey y se daba por segura su nominación gracias a Los miserables. El furor por la película estas navidades ha sido considerable y ha puesto la película en el punto de mira y su cartel ha llenado todas las ciudades del mundo. Pero, como en el caso de Bygelow, el premio a la mejor dirección para ambos creadores está lo suficientemente reciente como para que la Academia vuelva a colocarlos en la recta final hacia el ansiado premio. Su hueco lo han llenado nombres menos reconocibles como Benh Zeitlin, director de Bestias del sur salvaje, o David O. Russell, por El lado bueno de las cosas.

Y la última sorpresa viene de mano de la española Lo Imposible. Parecía claro que el niño Tom Holland estaría en el grupo de nominados al mejor actor secundario. Sin embargo, la representación de la película acabará llevándola sobre sus espaldas Naomi Watts que, para asombro de muchos, ha acabado entrando en la categoría de mejor actriz antes que el pequeño actor responsable de gran parte del aspecto más dramático de la película.

Está claro que estas ausencias sirven para mostrar que, por mucho foro, tweet, o quiniela que se haga sobre los Oscar, las cosas de Hollywood no siempre están cantadas. 

Tras semanas de espera, la lectura de las nominaciones a los Oscar suelen dejar a más de uno con la boca abierta, bien sea por impensables que se cuelan entre los nominados, o por aquellos que se quedan con las ganas. Las correspondientes a 2013 no son una excepción. Primera sorpresa, la lectura de los mejores actores secundarios. Muchos eran los que daban como nominado e incluso como seguro ganador a Leonardo DiCaprio, sobre todo después del olvido, hace cosa de un año, por su interpretación en J. Edgar, de Clint Eastwood. Sin embargo, parece que su encarnación del villano de Django desencadenado, de Quentin Tarantino, tampoco ha sido suficiente para que la Academia se decida a intentar premiar al antaño ídolo de quinceañeras.