No recomendada para mayores de 12 años
La adaptación a la pantalla de los populares personajes se olvida del toque costumbrista y construye una película de aventuras infantiles
Igual que las películas llevan una calificación por edades advirtiendo de cuando tienen contenidos demasiado adulto para los niños, en muchas ocasiones la advertencia debería ser a la inversa. Es decir, llamar la atención de los adultos para que sepan que lo que van a ver está única y exclusivamente destinado a los más pequeños de la casa.
Para ellos está realizadaZipi y Zape y el Club de la canica. El filme piensa en los chavales desde el minuto uno y no se avergüenza de ello, pero esto hace que el filme esté en permanente desconexión con todos aquellos que tengan más de 12 años.
Su tono, sus bromas, su humor, sus (muchas veces forzadísimos) diálogos, son para niños, y ellos seguro que se reirán con las bromas de esta peculiar pandilla, aunque sus sufridos padres puede que se aburran y piensen en lo bien que se lo pasaron conLos Goonies.
Porque ese es el referente claro de estas aventuras de Zipi y Zape.Oskar Santosha decidido abandonar las clases, las estampas costumbristas del cómic e incluso al resto de personajes míticos de las viñetas (¡dónde está don Pantuflo!) y crear una mezcla de los Goonies,Harry Pottery otras cintas que han triunfado entre los más jóvenes. Así los dos gemelos más gamberros de la historia del cómic español se encontrarán en pleno verano recluidos en una escuela donde encontrarán un mapa del tesoro que tendrán que encontrar antes de que lo haga el malvado director.
Como tampoco se puede uno olvidar de la esencia de la historias, Zipi y Zape seguirán realizando sus fechorías por la escuela, aunque eso es lo de menos.
Sería injusto no destacar elgrandísimo esfuerzo de producciónde la película, que cuenta con unos decorados, una fotografía y un apartado técnico cuidado al detalle, e incluso su valor de querer hacer uncine por y para los niños. Porque es cierto que en España se salta de la animación al cine de adultos sin que haya nada en medio. Si se quiere ser una industria, el cine para chavales que no sea de dibujos debe existir, y Zipi y Zape es, en este sentido, un primer paso y una toma de contacto con este tipo de filmes, que además pueden ser un caramelo en taquilla.
Los dos actores escogidos como estos nuevos Zipi y Zape (Daniel CerezoyRaúl Rivas) dan muy bien la imagen de los dos gemelos, pero se les nota algo verdes y forzados en ocasiones. Esto se nota sobre todo cuando aparece a su ladoClaudia Vega, que después de maravillar a todos enEva, demuestra aquí que está un paso por encima de todos los jóvenes. Cuando ella sale en escena esta diferencia se acentúa mucho más. Quien se nota que disfruta cada segundo de la película es Javier Gutiérrez, que construye un villano genial y divertido.
Así que ya saben, padres del mundo, es muy probable queZipi y Zape y el Club de la Canicales parezca infantil, pero igual de probable es que sus hijos estén deseando convertirse en un nuevo miembro de esta pandilla que, al menos, ha intentado cambiar un poco las tornas del cine español.
Igual que las películas llevan una calificación por edades advirtiendo de cuando tienen contenidos demasiado adulto para los niños, en muchas ocasiones la advertencia debería ser a la inversa. Es decir, llamar la atención de los adultos para que sepan que lo que van a ver está única y exclusivamente destinado a los más pequeños de la casa.