¿Pueden las televisiones entrevistar a asesinos aun sin pagar por ello?

“Carne de plató”. Así describió El Mundo a Miguel Ricart, uno de los asesinos de las niñas de Alcàsser. El valenciano era puesto en libertad el pasado viernes tras permanecer 21 años en la cárcel. Sus primeras palabras fueron las más buscadas del día. La bomba estalló cuando el periódico de Unidad Editorial publicó que Cuarzo, productora encabezada por Ana Rosa Quintana, iba a entrevistar al exconvicto en un plató de televisión.

En ese momento, Mediaset España se vio obligada a negar tajantemente que se le fuesen a dar minutos de gloriatelevisivaa un asesino, dada la dimensión que estaba tomando esta acusación. Más allá de lo ético y moral:¿Tienenlas televisiones permitido entrevistar a un exconvicto como Miguel Ricart?

La respuesta es así de simple: sí. Cualquier televisión tiene la capacidad, sin entrar en lo ilegal, de entrevistar a un exconvicto, y sólo de ellos depende si esto choca o no con su código deontológico. Según Carmen del Riego, presidenta de la Asociación de la Prensa de Madrid, “no se puede pagar en televisión”. “Presuponemos que no va a ir gratis”, declara Del Riego a Vanitatis. “Desde la APM decimos que no se puede pagar por obtener información. Sólo con eso estamos contradiciendo nuestro código deontológico”.

Pero nadie dijo que esa entrevista estaría pagada. “Si van gratis, hay que aclarar que no podemos dar voz a un asesino confeso. No podemos convertir esto en un espectáculo”, señala Del Riego. “La sociedad no debe dar voz a esto. Es el juez el que debe escuchar una confesión, no un medio de comunicación”. Sin embargo, el medio no entraría en ningún momento en un conflicto legal.

Según el manual de estilo de la BBC, cuando se trata de entrevistas a condenados, el medio no debe efectuar ningún pago. “Ningún pago, promesa de pago o pago de cualquier tipo puede hacerse a un delincuente convicto o confeso, de forma directa o indirecta, por su colaboración en un programa para hablar sobre el delito”, señala la cadena británica. La BBC habla, sin embargo, de “interés público”. ¿Tiene interés público la entrevista a un personaje como Miguel Ricart? Esto entra dentro de la moral de cada medio, pero en ningún caso se estaría entrando en conflictos legales.

Prensa, sí. Televisión, no

Atresmedia y Mediaset España han tenido que dejar clara su postura ante el caso. Ninguno de los dos grupos dará espacio en un plató a personas como Miguel Ricart. Sin embargo, nadie se ha echado las manos a la cabeza cuando ha visto declaraciones del exconvicto en un medio impreso.

La Razón llevaba este lunes una crónica de su salida de la cárcel con las primeras declaraciones de Ricart. “Necesito quitarme del medio para huir del acoso”, titulaba el periódico de Planeta bajo el lema “exclusiva”. Se daba la circunstancia de que la entrevista estaba firmada por el mismo reportero de Espejo Público que había conseguido las primeras palabras de Ricart.

La Opinión, por su parte, anteponía el reportaje “Setenta minutos a solas con Ricart” sobre el resto de sus informaciones. Se trata de un encuentro que tuvo lugar en el tren entre un periodista del medio y el asesino, aclara el diario.

A la televisión le vuelve a pesar su espectacularidad. “Me parece igual de mal que pase en prensa o en televisión”, señala Carmen del Riego desde la APM. “Esa información debe conocerla primero un juez. Sólo se entendería si la entrevista añadiese algún tipo de información”.

Ante la avalancha de críticas, Antena 3 ha tenido que retirar de su web las declaraciones de Ricart a Espejo público a pie de calle, afirmando además que el exconvicto jamás pisaría alguno de sus platós. “Decisión ética y acertada”, declara Elsa González, de la Federación de Asociaciones de Periodistas de España, sobre la opción tomada por ambos grupos de comunicación.

Las declaraciones obtenidas por Atresmedia, sin embargo, siguen circulando por varios medios impresos. “Se puede entender una breve declaración o una entrevista, pero no pagar o querer hacer caja con estas personas dejándolos sus platós en un programa”, señala González. Caja o no, televisión y prensa siguen siendo, ambos, medios de comunicación que no parecen estar bajo el mismo paraguas.

Miedo al pasado

Tanto Atresmedia como Mediaset España fueron sumamente rápidos a la hora de negar que Miguel Ricart fuera a ser entrevistadoenalguno de sus programas. Y es que,por la memoria de ambos, pasa el denominado caso La Noria. Tras la entrevista de Jordi González a la madre de El Cuco en 2011, el programa fue víctima de una iniciativa nacida en la red para que las marcas retirasen su publicidad del programa. La bola fue creciendo hasta que Telecinco tuvo que reaccionar: La Noria terminó desapareciendo de la parrilla para dar inicio a El gran debate.

Desde que se dieran cuanta del poder de la red, las cadenas han tenido máximo cuidado con todo lo que rodeaa la información sobre imputados o criminales juzgados. El último polémico caso lo vivió Antena 3. El programa presentado por Nacho Abad, El crimen de Asunta, tuvo como invitado a Ramón Basterra, padre de Alfonso Basterra, acusado junto a su exmujer Rosario Porto del presunto asesinato de Asunta. Tal y como adelantóVanitatis, Antena 3 habría pagado al menos 3.000 euros por aquella entrevista.

Ambas entrevistas, la de la madre de El Cuco y la de Ramón Basterra, mancharon la imagen de las dos cadenas privadas más vistas de nuestro país. La prensa escrita no se manchó las manos. Sin embargo, el contenido de ambos polémicos encuentros en televisión fue volcado al completo en casi todos los diarios nacionales sin apenas denuncia social.