TVE se lleva la palma en Los Gerardos, los anti premios de la televisión

Reivindicando en todo momento el humor que acompaña a estos premios, este miércoles por la noche se entregaron en Madrid Los Gerardo, los premios que pretenden destacar los programas y rostros televisivos que no gozan de estar entre los favoritos de la crítica. TVE arrasó en esta primera edición en la que sus series y sus programas no quedaron muy bien parados.

Stamos Okupa2, la serie que TVE emitió el pasado año con Carmen Maura, por fin recogió un premio. Gerardo a peor serie nacional, eso sí. El ladrillo dorado, que acompaña a estos premios, fue el primero que se llevaba TVE en la noche. Y no sería el último. A la pública le cayó el de Por programa pseudomusical, por Uno de los nuestros, el de Peor Presentadora, por Mariló Montero, y el de peor cadena, por La 1.

Sin embargo, ninguna se fue de vacío. Antena 3 recogió el galardón a peor presentador, por Pablo Motos y El hormiguero. En Atresmedia también tendrán que hacer hueco al ladrillo de Josep Pedrerol, galardonado como el peor periodista deportivo por su Jugones.

A Telecinco sólo les cayó uno. Uno, inevitable. Gerardo a la señora teñida de rubio que no conoce nada de actualidad. Y es que eran cuatro nombres de Sálvame los nominados. Finalmente, fue Rosa Benito la que se alzó con el premio. En su lugar, la colaboradora Chelo García Cortés recogió el galardón en su nombre.

Mercedes Milá se llevó el Gerardo al mayor fracaso televisivo del año por su Mongolia sobre ruedas en Cuatro, el único que se llevó la cadnea.

Las pequeñas también tuvieron su recompensa. Cosmopolitan se llevó el Gerardo a peor reality show por We Love Tamara. Telemadrid el de Peor Informativo por Telenoticias 2, con María López, e Intereconomía el Gerardo al contertulio en programas de actualidad con las ideas más asquerosas, por Salvador Sostres.

Frede Royer, creador de los Gérard franceses, y el periodista Aitor Marín presentaron este martes la entrega de premios. Hasta allí acudieron periodistas especializados en televisión que se olvidaron de la tensión de las ruedas de prensa para reírse de lo que, al fin y al cabo, es su trabajo diario.